Burocracia sobrante
A solicitud de información, varias dependencias del Gobierno del Estado revelaron que la pandemia los llevó a operar con mucho menos personal. No sería malo que una de las nóminas estatales más pesadas del país prescindiera de muchos enlistados. Un buen regalo de la pandemia.
La pandemia obligó a algunas dependencias del Gobierno del Estado a enviar a sus casas por vulnerabilidad a más de la mitad de sus plantillas, con un mínimo de empleados en modo de home office.
Con el semáforo epidemiológico en amarillo desde hace algunas semanas, no se ha sabido que el gobierno estatal regresara a su muy gruesa nómina al trabajo, que en este color ya puede regresar la mayoría, salvo quienes llevan tratamiento de cáncer y los de vulnerabilidades descontroladas.
Lo que no se debe perder de vista es que el Gobierno no cerró, siguió operando. No sería raro que haya quedado al descubierto con toda la claridad una innecesaria sobrecarga de burócratas que lleva el erario estatal. Por ejemplo, nadie echó en falta a la Secretaría de Cultura y sus festivalillos grises, opacos e irrelevantes.
A solicitud expresa de información, los parques Tangamanga reportaron que desde el 20 de marzo del año pasado enviaron a sus casas por vulnerabilidad a 122 trabajadores. La vulnerabilidad abarca a mujeres embarazadas, adultos mayores de 60 años, personas con padecimientos preexistentes como cáncer, hipertensión, diabetes y padecimientos cardiacos.
El número de trabajadores de los parques Tangamanga reportado en home office apenas es de 11. Se han quedado trabajando en el parque empleados no culnerables, que son pocos, y en horarios restringidos. El Tamgamanga 1 luce algo descuidado en aseo y riego, pero no ha cerrado en forma definitiva. Tiene una de las nóminas con personal de más edad, la mayoría operativos de jardinería y limpieza; no hay forma de que hagan su trabajo desde casa.
La Oficialía Mayor reportó también a petición que de una plantilla de 464 trabajadores, 245 no presentaban padecimiento alguno, 77 son mayores de 60 años, otros 85 presentan vulnerabilidades y 25 más tienen hijos menores de 15 años y su presencia en el proceso educativo desde casa les demanda atención a sus hijos. En trabajo a distancia, reconoció sólo a 32 personas. No hace mucho que tenía dos personas encargadas de prensa: una de confianza que hacía el trabajo y otra de base en calidad de florero.
En la Junta Estatal de Caminos, el reporte de personal de base y confianza suma 58 personas, vulnerables más de cuarenta, incluida casi toda la nómina de operarios de camiones, operadores de maquinaria y técnicos. Y en home office, sólo tres empleados.
La Comisión Estatal del Agua registra 45 trabajadores en vulnerabilidad y 146 en home office o en guardias para sacar el trabajo, de los cuales cien son o de honorarios o de confianza, es decir, es la mayoría no sindicalizada la que saca el trabajo en esa dependencia.
El Centro de Convenciones envió a una sola persona al trabajo desde casa y otros quince fueron destinados a guardias, dos ellos de confianza.
La Agencia Pro San Luis no envió a nadie en home office ni de vulnerabilidad. Estatuyó guardia y fue como operaron.
Haría muy bien el gobierno saliente, o el entrante, en revisar cuánta de esa pesada nómina burocrática es prescindible, seguramente se llevarían una sorpresa. Lo que no puede seguir sucediendo es que la nómina siga ampliándose como lo ha hecho por años, con prestaciones verdaderamente fabulosas. San Luis Potosí es uno de los estados con las nóminas estatales más caras, con veinte distintos apoyos por lo menos directos.
Es año de cierre de sexenio y seguramente también veremos las cuotas sexenales de basificación como herencia del gobierno saliente: aparecen las hijas, los hijos y otros enchufados a quienes hay que acomodar. Los amigos y los compromisos; las herencias de los regímenes.
Lo que está claro es que el personal en Gobierno del Estado siempre sobra y urge redimensionar los gastos.
OTRO INTERÉS. Caminan las campañas y por los territorios priistas empiezan a asomar algunas de las prácticas que han llevado a ese partido a la posición que ahora tiene, muy lejos del protagonismo. Se trata de conductas que tienen que ver con la búsqueda de poder y centavos, antes que efectividad.
NO QUIEREN. Lo más penoso es que los oficiantes de estas chapuzas no están interesados en que su partido gane, no señor, sino en simular que se esfuerzan pero en realidad andan a las vivas a ver qué negocio aparece, sobre todo con los recursos para “movilizar estructura”.
OBSERVACIÓN. De algo de esas prácticas se percató en su reciente visita Carolina Viggiano, secretaria general del CEN del PRI, e incluso en algún momento regañó a varios tricolores porque la única bandera priista que vio en el evento proselitista fue la que ondeaba el candidato a gobernador de la Coalición, el panista Octavio Pedroza Gaitán.
¿ESCATIMAN O SE AHORRAN? Les llamó la atención porque mientras Gallardo rebasa gastos de campaña, según las cuentas de la coalición “Sí por San Luis”, los coalicionistas de extracción tricolor no quieren gastar en banderines ni en nada.
QUE PAGUE OTRO. Los hay también que no recibieron un gran recurso, en efecto, pero tampoco lo están aplicando en las famosas estructuras: su plan es ahorrarse todo y que sean Galindo, el candidato a la alcaldía capitalina, u Octavio, candidato a gobernador, quienes hagan el gasto. Más si les tocó algún “distrito unicornio” para su partido, como ha sido el V para el PAN.
LOS IMPORTADOS. Y no podían faltar en estos tiempos de intenso proselitismo los “asesores” y “cabezas de huevo” traídos con todas sus mañas de otros estados. De un lado, los tamaulipecos del PRI, que han medrado muy a gusto todo el sexenio carrerista con puras “estrategias-refrito”, y por otro los coloridos genios poblanos que envió Mario Delgado para sorprender con el hilo negro en las campañas de Morena.
REMOVIDO. De manera por demás comedida, por el afecto que el candidato le tiene. Enrique Martín del Campo salió de la coordinación de la campaña de Octavio Pedroza Gaitán. Los motivos sobraron. Entró en su lugar Luis Alonso González de Alba, también en el círculo afectivo de Octavio pero más hecho en la tarea a desempeñar y con el antecedente de pertenecer al grupo de empresarios que ideó y operó llevar al PAN al empresario Marcelo de los Santos con proyecto a la gubernatura.
¿NO REPITE? Entre panistas, no ven que pueda cumplir su proyecto de reelección el diputado federal por el distrito VII Marcelino Rivera Hernández. Del otro lado está la campaña intensa y de mucho amarre del ex diputado local Christian Sánchez, adoptado por el Partido Verde de Ricardo Gallardo Cardona. Lo paradójico es que Christian trabajó largamente con Octavio Pedroza para que alcanzara la candidatura.
EL ACICATE. Christian Sánchez no vio claro que Octavio estuviera en posibilidad de cumplir un compromiso de impulsar a candidaturas a algunos cercanos y se fue con la opción del tucán, por lo que no es improbable que el antecedente de sea parte del motivo que lo impulsa.
