De los municipios que conforman la región centro del estado, fue este donde mayores estragos causaron la serie de sismos ocurridos en el vecino municipio de San Felipe, se habla de grietas en la cortina de presa San Miguel, pero fue desdeñado el hecho, pues se aseguró era solo azolve, en un kínder de El Rosario se detectaron fracturas en algunos salones, sin embargo se aseguró no eran de mayor importancia, es decir, se minimizaron los daños, pero las acciones no proyectaron precisamente un sentimiento de seguridad, pues fueron suspendidas las actividades en el plantel, se dijo que hasta no hacer una evaluación más a fondo, pues vecinos reportaron que en el piso de la cancha había también grietas, grietas que antes de los sismos no habían sido detectadas, sin embargo esos temores expresados por la ciudadanía, no obtuvieron ninguna respuesta.
Las autoridades municipales dieron a conocer que será instalado un acelerógrafo, se trata de un dispositivo también llamado acelerómetro, un aparato inventado por los ingenieros Wilson Javier Pérez Holguín y Josué Esteban Rodríguez, sirven para obtención de un gráfico denominado acelerograma, lo cual muestra la variación de aceleraciones en el lugar determinado, registran el movimiento del suelo en la componente vertical, norte-sur y este-oeste.
Este tipo de instrumentos permiten el registro máximo de los eventos sísmicos, posteriormente los datos obtenidos son procesados y analizados, determinando los valores de aceleración máxima y su escala de intensidad, con las características que ha sido sometida las estructuras durante un sismo o un terremoto destructivo. Entonces, parece ser que solo servirá para conocer la magnitud del sismo, no para preverlo, de hecho, no existe tecnología aún a ese nivel de prevención, sino para establecer si ha habido actividad sísmica, no para alertar a la población de un inminente movimiento sísmico, o lo que la gente llama; un terremoto o un “temblor” de tierra.
Y, por si fuera poco, no se descarta la instalación de una alerta sísmica, la alerta sísmica solo brinda unos escasos segundos para buscar refugio. Aunque todo lo que se haga por proteger a la población siempre será bienvenido, bien visto, pero más que eso, se debe concientizar lo que se debe hacer cuando se presente una eventualidad de ese tipo, por San Felipe, Guanajuato, existe una enorme grieta en el suelo, que la creencia popular atribuye a alguna ramificación de la Falla de San Andrés, lo cual no se encuentra debidamente documentado.
Mientras en la capital potosina, los festejos patrios fueron suspendido, la Ceremonia del Grito, así como la desfile, todo esto con el propósito de proteger a la población de las cadenas de contagio por COVID-19, como se sabe, la Feria Nacional Potosina fue cancelada, y también es conocida a nivel internacional, se dejó de lado el mercantilismo para dar paso a la razón, mientras aquí se anuncian los festejos para las llamadas Fiestas Patrias, pareciera que no se han dado cuenta que los contagios siguen y las muertes no paran en este municipio.
Hasta el jueves se tenían registradas, de forma oficial 73 muertos, tres nuevos contagios para un total de 759 contagiados, en fallecimientos Villa de Reyes está en primer lugar, en la región, seguido por Santa María del Río, donde se contabilizan 71 personas que han perdido la vida, aunque está a un tris de llegar a 800 infectados, algo verdaderamente alarmante, no se debe olvidar que, aunque no fue oficial, lo cierto es que sí se llevó a efecto la Feria Regional del Rebozo, claro, sin teatro del pueblo y sin el tradicional baile, pero todo lo demás, puestos, juegos mecánicos y estafadores profesionales, estuvieron presentes, como cada año. El resultado ahí está; más muertes y contagios.
