Un vagón de metro de la línea 12 de Ciudad de México ha caído este lunes por la noche entre las estaciones de Olivos y Tezonco tras el derrumbe de un puente.
De momento, las autoridades de la capital han confirmado al menos 50 heridos. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se dirige al lugar del incidente, mientras los pasajeros encerrados en el convoy están siendo rescatados por los bomberos.
Los hospitales generales de Tláhuac y de Iztapalapa se han habilitado para la recepción de pacientes. Más de 5,5 millones de personas usan a diario el metro para dirigirse a sus casas y a sus trabajos.
La estructura se ha desplomado sobre los vehículos que circulaban en la avenida Tláhuac, una de las principales arterias del sureste de la ciudad, a su paso por el puente, según las imágenes difundidas por las redes sociales.
Las cámaras de seguridad del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México, el llamado C5, han captado el momento del derrumbe de la estructura.
Equipos de los servicios de emergencias y el personal de Protección Civil se encuentran en el el lugar para atender a los heridos y coordinar acciones. Tras el accidente, la línea ha suspendido su servicio y las autoridades han instado a la población a evitar la zona.
Los vecinos de esta zona habían alertado a las autoridades de que el temblor del 19 de septiembre de 2017 había afectado a la estructura del metro, que en este tramo de la avenida Tláhuac circulaba a través de un puente por el exterior.
Las grietas más visibles sacudieron a los vecinos de estos barrios populares de la capital y las autoridades, colapsadas por una ciudad con decenas de edificios derrumbados, terminaron por reconocer los riesgos estructurales de la construcción.
Detectaron un daño en el corazón del puente, ubicado en el tramo Nopalera-Olivos, donde ha colapsado el tren que “debilitaba su funcionamiento integral”. En ese momento se cerraron seis estaciones del metro: Tezonco, Olivos Nopalera, Zapotitlán, Tlaltenco y Tláhuac.
La línea 12 del metro, inaugurada en octubre de 2012 durante el periodo de Marcelo Ebrard, fue durante muchos meses motivo de orgullo de la izquierda mexicana, que presumía una histórica inversión de 1.800 millones de dólares y servicio diario a casi medio millón de personas que antes de esa fecha no podían cruzar rápidamente una zona del suroriente de la capital. Sin embargo, ya en 2014, tuvo que suspender el servicio en 11 de las 20 estaciones que la conforman por “oscilaciones detectadas en las vías” que podrían ocasionar un descarrilamiento.