Por: Mario Candia
RECOMENDACIONES DEL CINE DE DAVID FINCHER
Seven (Se7en. 1995) Película en la que nadie parece experimentar la felicidad, sólo como parodia de una ingrata existencia. Una historia dura, despiadada y deprimente. Morgan Freeman es un viejo detective decepcionado que acaba compenetrándose con Brad Pitt, un joven policía no menos frustrado, casado con una joven absolutamente infeliz y desconectada de un mundo que le es ajeno. Todos sufren en una ciudad que parece salida del mismísimo infierno dantesco. Frente a ellos, un sociópata magistralmente interpretado por Kevin Spacey, iluminado por la convicción fanática y la inteligencia asesina. Únicamente los que no son esclavos de sus vicios ni de sus pecados, alcanzan la libertad, que siempre está por ahí. Puede que no resulte demasiado creíble; si uno aplica el sentido común sabe que es poco menos que imposible una sucesión de asesinatos perfectos perpetrados en apenas una semana por un solo individuo. Pero como parábola en torno a las debilidades y miserias del ser humano, como excursión al lado más siniestro del alma, no deja indiferente. Desde la primera toma hasta los créditos finales, imperdible.
El Club de la Pelea (Fight Club. 1999) Una película que retrata las angustias y las frustraciones de una generación, en este caso de la generación conocida como la de los videoclips y el consumismo. Un generación que creció pensando en ser estrellas de rock para luego verse trabajando en un empleo que odian para poder mantener un modo de vida que también odian, una generación esclava del consumismo, que ya no tiene objetivos ni sueños. El Club de la Pelea es como una bala en la conciencia. En esta película el protagonista emprende un viaje que puede liberarle o autodestruirle y nosotros le acompañamos en él. Hay quien dice que la película está llena de violencia gratuita, pero yo creo que es al revés, la violencia tiene todo el sentido del mundo y toda su razón de ser, los personajes se expresan a través de ella. En definitiva, una película que no te dejará indiferente.
El Juego (The Game. 1997) The Game es al mismo tiempo un macabro, minimalista y muy saludable ejercicio de pura pirotecnia y evasión. Es desasosegante, mezquina, tramposa y desde luego extremadamente inteligente. La espectacular y sofisticada dirección de Fincher la convierten en algo serio y genial, el interés va in crescendo conforme pasan los minutos y desde luego culmina con uno de los finales más demenciales e inesperados del cine. David Fincher hace gala de sus innatos dotes para la atmósfera y la estética, para elaborar uno de los mejores thrillers de los 90. A pesar de ser una de las películas menos conocidas de Fincher, The Game no tiene nada que envidiar al resto. Se trata de una obra bien dirigida y con un argumento muy sólido.
Perdida (Gone Girl.2014) Fincher cuenta una historia cruda, salvaje y despiadada sobre el matrimonio: aquel compromiso tan importante y especial que puede cambiar nuestras vidas, tanto para bien como para mal. Nos retrata las dos caras de la moneda, marido y esposa, cada uno con sus problemas y obsesiones, atestiguando que ninguno es ni será completamente honesto con el otro jamás. Todas las escenas tienen como elemento característico la oscuridad. Gran película de principio a fin, que lo tiene todo: actores dedicados, director perfeccionista y una historia con forma de madeja que nos invita a tirar y tirar del hilo mientras nos agarramos a la butaca de la emoción y el suspense que nos aguarda.