El estudiante potosino Guillermo Herrera, creador de contenido sobre moda y estilo, se volvió protagonista involuntario de una polémica que evidenció el clasismo digital y la fuerza de las redes sociales. El joven, quien comparte consejos de vestimenta y elegancia, fue objeto de burlas luego de que alguien lo fotografiara mientras viajaba en transporte público y difundiera la imagen para ridiculizarlo, cuestionando su derecho a hablar de moda por estudiar en una escuela pública y no pertenecer a un entorno privilegiado.
Lo que comenzó como un intento de desacreditación generó rápidamente una ola de solidaridad. Creadores de contenido, especialistas en moda y figuras del espectáculo —entre ellas Paty Cantú— mostraron su respaldo al estudiante del Colegio de Bachilleres de San Luis Potosí, quien es menor de edad. La defensa colectiva potenció su perfil digital: su cuenta de TikTok pasó de 300 mil a más de un millón de seguidores en un solo día, convirtiéndolo en tendencia nacional.
En respuesta a los ataques, Guillermo publicó un mensaje contundente: “La elegancia, la clase y la educación no tiene nada que ver con el estatus económico de una persona”. Reconoció que la presión le afectó, pero aseguró que no abandonará sus contenidos ni cambiará su estilo por quienes buscan desacreditarlo.
El caso también atrajo la atención de creadores especializados en moda, como Emiliano Medina, quien señaló que la polémica expone un prejuicio persistente: la idea de que el cuidado personal y la estética solo corresponden a determinados estratos sociales. Su intervención abrió un debate más amplio sobre estereotipos y discriminación en el entorno digital.
A pesar del acoso inicial, Guillermo continúa produciendo contenido desde las calles del Centro Histórico de San Luis Potosí, combinando atuendos clásicos con escenarios emblemáticos de la ciudad. Lo que inició como un acto de burla terminó por impulsar su visibilidad, consolidándolo como una referencia emergente en la moda juvenil mexicana.













