Una nueva serie de explosiones en dispositivos de comunicación inalámbricos sacudió al Líbano este miércoles, cobrando la vida de al menos 14 personas y dejando 450 heridos. Esto se suma a los 12 muertos y más de 2,800 heridos registrados el día anterior, lo que eleva el saldo total a 26 fallecidos y más de 3,200 heridos en menos de 24 horas.
Los incidentes se registraron en el sur del país, el Valle de la Bekaa y los suburbios meridionales de Beirut, zonas donde Hizbulá tiene una fuerte presencia. Mientras que el martes las explosiones fueron causadas por buscapersonas en posesión de integrantes del grupo chií, el miércoles las detonaciones provinieron de radios y otros aparatos inalámbricos.
La Cruz Roja libanesa y otras organizaciones de emergencia continuaron movilizando equipos para atender a los afectados. La Defensa Civil informó de incendios en diversas propiedades y vehículos, con daños significativos en la provincia de Nabatieh, donde 60 casas y decenas de automóviles resultaron incendiados.
Este tipo de ataques no tiene precedentes en el país y ha aumentado la preocupación por una posible escalada de violencia en la región. Hizbulá ha acusado a Israel de estar detrás de las explosiones, lo que incrementa los temores de un conflicto más amplio, especialmente tras las recientes amenazas israelíes de intensificar las acciones contra el grupo chií en la frontera.