Por Paulina Vega
Tras el primer estallido el pasado 18 de diciembre, la zona de la península de Reykjanes, no ha parado de temblar, hasta el momento se han acumulado 800 terremotos en una semana. Otra señal de una nueva erupción son las deformaciones del suelo, apuntan a nuevas entradas de magma en la profundidad.
La Oficina Meteorológica de Islandia (OMI) ha informado que la probabilidad de una erupción aumenta día a día. Pronosticar esta nueva erupción de manera exacta es imposible. Pero según cálculos y la experiencia de la erupción pasada, se cree que sucederá en algunas semanas.
El vulcanólogo Rubén López, comentaba para el diario La Vanguardia que puede que tarde más o que tarde menos, las similitudes de condiciones entre las erupciones no aseguran que actuarán de la misma manera.
Aún no se sabe si el magma se dirigirá a Grindavík o a la Central Geotérmica, por lo que la OMI sigue alerta de los movimiento sísmicos e indicios del movimiento del magma.
Seguiremos informando sobre el desarrollo de esta noticia.
