SANTA MARÍA DEL RÍO, S. L. P. – Aún y cuando existen colonias en cabecera y en importantes comunidades que carecen de lo elemental, las autoridades municipales se han empeñado en pavimentar tramos en el cerro El Original, además de abrir una calle en una propiedad privada, en este caso el de la señora Juana Ortíz Martínez, a quien en dos ocasiones le han derribado dos muros; uno de piedra y el otro concreto.
Según señaló la afectada, desde hace tiempo el alcalde Israel Reyna Rosas y su asesor político y jurídico, Óscar Oustoff, han pretendido por diversos medios afectarle en su patrimonio, porque aseguran que ella no es la propietaria del terreno y que donde se pretende construir la calles es servidumbre de paso.
Pero eso, según la denunciante, es falso, porque, efectivamente, por ahí pasa una vereda que hace años su mamá, doña Isabel Martínez Martínez daba permiso para que pasaran por ahí algunos animales que salían a pastar, pero nunca ha sido calle, sino es parte de una propiedad privada.
Isabel Martínez hizo la donación a su hija, la actual dueña, Juana Ortiz Martínez, de la cual existe escritura provisional, cuyo acto protocolario se realizó el 10 de octubre de 1985, en la Notaría 11, ante el fedatario Bernardo González Courtade.
El predio, bastante extenso, se encuentra al final de la calle Francisco I. Madero, en las faldas del mencionado cerro, en el mismo viven los hijos de la denunciante, La propietaria del lugar dice que no son esas las formas, pues sin presentar ninguna orden ingresan a su propiedad, apoyados por la fuerza pública, la han jaloneado, insultado y demás. Tiene presentadas más de media docena en la Agencia del Ministerio Público contra las autoridades municipales, pero no avanzan y ya hasta pretendían enviarlas al archivo.
Tiene un croquis de su propiedad, elaborado por Catastro Municipal, en la administración 2009-2012, en la actualidad está al corriente de sus pagos, pero en el predio donde ella tiene su casa, se niegan a cobrarle. Tiene el temor fundado que, por razones oscuras traten de despojarle del terreno, que es el patrimonio de sus hijos, por eso, ya comenzaron a edificar sus viviendas en ese lugar, pese a la amenaza latente que tienen de parte de las autoridades.