Los dos amigos
Estos eran, dos amigos, que venían de Mapimí, que por no venirse de oquis, robaron Guanaceví… los dos amigos. Los Cadetes de Linares.
Parece que se ha roto la luna de miel entre el gobernador Ricardo Gallardo Cardona y el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos, puede que algo suceda, algo que los haga recapacitar, quizás contagiados por un repentino espíritu navideño, logren reconsiderar por el bien del pueblo bueno. Tal vez es por el ánimo consumista del buen fin, o por el inicio del mundial de fútbol en Qatar pero a los mexicanos ya nos dió “pinches hueva” (flojera) esto de querer ser responsables, trabajar, superarnos, aprender algo, -aunque sean modales. Yo creo que cualquier cosa que sea urgente ya lo estaremos viendo a partir de mediados del mes de enero del 2023.
Aunque todo el año vimos al dúo dinámico compartir alegrías y sinsabores, tardes de lluvia y días soleados, hoy hay una calma chicha en el ambiente, cuesta creer que se hayan peleado por una bobería como el aumento a la tarifa del agua, o alguna declaración periodística boba. Esto no puede estar pasando, si hasta los “futureros” del análisis político ya casi veían venir una alianza mórbida entre el “galindismo” y el “gallardismo”, no importaba que dejasen de lado al partido acción nacional (PAN) y al morenismo que a pesar de muchos esfuerzos, el gobernador no ha podido llevar a su redil.
En cierta forma los potosinos se ven favorecidos momentáneamente si hay rencillas entre un par de políticos ambiciosos y con “dinero pá gastar”. Es como cuando un matrimonio entra en crisis y el divorcio se avecina, los regalos llueven para los hijos, la simpatía en disputa será gratificada generosamente. Se espera una batalla campal por el amor del votante potosino,espectáculos masivos, obsequios, despensas y cobijas para los más precarizados, posadas piñatas y abundancia de dulces para disfrutar la temporada. Y eso que falta más de un año para comenzar las hostilidades electorales.
Por lo pronto en la ciudad estuvo un patrón, Alberto del Río, hijo de un guerrero, Dos Caras, tendrá una plaza con su nombre y una estatua, el orgulloso hijo deleitó a sus admiradores con la exhibición excelsa de sus habilidades, “el patrón” a llegado a los altos niveles de la industria del espectáculo en EEUU. En la nación norteamericana son fanáticos de la parafernalia y el catch es uno de los eventos más destacados, ahí se mezcla histrionismo, efectos especiales, derroche de tecnología y ambientación para recrear una experiencia inolvidable, la fantasía de la lucha libre en su máxima expresión. Hasta allá llegó un potosino, orgulloso heredero de una dinastía.
El alcalde Enrique. Galindo Ceballos, promotor e impulsor de la idea, de alguna forma logra apropiarse de algo de cada uno de los semidioses, héroes y personajes que pasan por la ciudad. El alcalde pretende meterse en el ánimo colectivo del respetable aunque sea a fuerza de insistir. Como dijera el poeta Jaime Sabines “hay conciencias que a fuerza de hastío, se vuelven imprescindibles”. Así en “la capital del SÍ”, un día el presidente municipal se pasea con un rapero, igual que con un cocinero famoso o un youtuber que comparte recetas de cocina y el último participante del hexatlón.
El gobernador algo se trae, primero muy entusiasmado que iba a salir al frente de la columna del desfile conmemorativo del 20 de noviembre, luego ni al balcón se asomó, o de plano se indispuso, o le dieron el pitazo de algo grueso. Gallardo gusta de toda esta onda campirana de botas, fuete, monturas y crines, el gobernador incluso tiene un exitoso (y costoso) equipo de charrería que es considerado uno de los mejores del país, y eso además de que le guste, lo pinta como quiere ser visto, como el charro bragado, pretencioso, como el “hijo desobediente” en aquella película del cine de oro, chiflándole a su yegua, y el animal, hasta la cocina se mete para beneplácito del dueño, quien aguarda el momento oportuno para hacer alguna broma torpe y desenfadada.
En la ciudad se volvió a soltar el diablo, mientras los dos personajes se deciden a enviar un whats, las calles de San Luis Potosí se vuelven a teñir de sangre, que desagradable y que fortuito que nomás se distanciaron, y se incrementaron los eventos trágicos y las ejecuciones, hace falta la coordinación entre los dos niveles de gobierno, casi tan perfecta como un grupo de ancianos bailando la canción del “payaso de rodeo” en una fiesta. Ojalá y ya arreglen sus cosas, al fin y al cabo, ahí van andar y son las figuras predominantes de la escena pública.
Con la pachorra de un domingo friolento y mundialero, sea pues, pueblo patriotero, cuiden su dinero, y guarden su ánimo pendenciero, que para derrochar alegría y jubileo, no hay que llegar primero, solo a tiempo.
@gandhiantipatro
