“He aquí al hombre íntegro arremetiendo contra su calzado cuando el culpable es el pie”.
Esperando a Godot. Samuel Beckett.
El diputado Ricardo Gallardo Cardona y secuaces fueron noticia en la reciente semana, la divulgación de una secuencia en la popular red social tik tok que permite difundir videos de corta duración atrajo la atención, ellos felices. El segmento del video corresponde a un reto llamado “bienvenido que pasó”, al parecer en tik tok se les proporciona a los participantes la posibilidad de grabar con algún audio ya predeterminado y sólo faculta a los usuarios la obligación de hacer mímica. Es posible que de ahí provenga su reciente popularidad, ante la incapacidad intelectual de construir un diálogo elocuente o ágil, los personajes solo deben actuar como limitados mentales y estar dispuestos hacer el ridículo.
El primero en aparecer en escena es el diputado Óscar Bautista Villegas, curiosa analogía de su vida, es quien abre la puerta. Él, corruptor de voluntades y comedido traficante de negocios al amparo de los programas sociales, encontró su modus vivendi en la gestión social, desde su origen como líder agrarista en la confederación nacional campesina, organización adherente del casi extinto partido revolucionario institucional. Bautista Villegas es un camaleón de poca monta y muy endeble lealtad ideológica, que sabe aparecer oportunamente cuando los vientos políticos cambian de rumbo. Él ya conoce lo que es obtener notoriedad a nivel nacional por alguna estupidez difundida en redes sociales, hace algunos años se conoció del contenido de una grabación donde el diputado advertía a un grupo de personas precarizadas dispuestas a vender su voto que de no cumplir su parte de la transacción, el sabría de forma inmediata pues contaba con un satélite espía. La política en México está tan degradada que en ocasiones elegimos, postulamos y votamos al idiota del pueblo.
En el mini corto metraje aparecen varios diputadas y diputados mercenarios provenientes del funesto partido de la revolución democrática que al inicio de la presente legislatura se escindieron para conformar una gavilla al servicio del Morena, auxiliaron a la fracción dominante para obtener las dos terceras partes del congreso de la unión, requisito ineludible para modificar la constitución y algunos otros asuntos misceláneos. Agrupados ahora bajo los colores del partido verde pasan sus tardes aburriéndose y embebidos en las redes sociales, el espejo de la vanidad y el limbo de la procrastinación. No resulta extraño entonces que algunos de los integrantes de “los kiwis” (llamados así porque son verdes por dentro y morena por fuera) haya pensado que era una buena idea unirse al clamor popular de las redes sociales en busca de atención. Nadie los pela.
Cierra el patético ejercicio el pastor de la manada, ex alcalde de Soledad de Graciano Sánchez y actual diputado federal por el II distrito de San Luis Potosí, levanta la mano de forma grotesca buscando un gesto risible pero no lo consigue, solo acierta una expresión patética que casi nos hace olvidar que es un baladrón de intempestivos cambios de carácter. Como bien puede advertirse en el diputado y aspirante a gobernar el estado la mirada prístina de un párvulo, también se le conoce la malicia e inmoralidad de un perturbado, sus escasas luces intelectuales afloran en cuanto el diálogo pasa de la demagogia de las frases hechas, a la argumentación y el desarrollo filosófico de una idea.
Ricardo Gallardo Cardona está en libertad y en ejercicio de sus derechos político electorales gracias al viciado sistema judicial, el desfalco que realizó en perjuicio del erario en una burda operación de transferencias electrónicas a una empresa que simulaba proporcionar servicios médicos y de hospitalización, él y su familia le han servido a políticos de diversos colores, ahora se ofertan con Morena y el famoso “pollo” Gallardo presume su relación cercana con Mario Delgado, coordinador de la fracción de mayoritaria en el congreso. Nadie que haya estado en reclusión quiere volver a la cárcel, por muy laxa que sea la disciplina, el encierro acaba con la voluntad de cualquier persona. Los sueños de gloria del joven político están en su exacta dimensión, se asume como aspirante a gobernar San Luis pero como una moneda de cambio, al final aceptará cualquier oferta que le conceda dinero e impunidad para él y su familia, sobre todo su padre quien gobernó recientemente la capital del estado y aún se encuentra sujeto a diversas averiguaciones penales por los desfalcos cometidos en su periodo de gobierno.
¿Y qué sentido tendría hacer énfasis en los pasatiempos de los representantes populares?. Ninguno. Sin embargo, la pretensión de ellos, resultó exitosa, las redes sociales reaccionan de forma casi programada a estas inusuales (cada vez más usuales) provocaciones, quienes pretenden ridiculizarlos contribuyen en demasía a volverlos famosos. Para ser popular en la actualidad, solo hay que estar dispuesto hacer de payaso y perder la más elemental dignidad.
Y heme aquí como esperando a Godot junto a Vladimir y Estragón, sentados a la orilla del camino y esperando algo que nunca pasará.
Sea pues Ricardo Gallardo Cardona, caquito de azotea, eres el bobo detrás de la puerta, ladronzuelo de rancia tradición, tienes esa risa maliciosa de la traición.
Gandhi Antipatro