El epígrafe de mi colaboración hebdomadaria no pretende resumir en un verso, disperso, converso y diverso la profunda contradicción que como país, sociedad, raza o especie animal imaginamos que alguna vez seríamos en el futuro. Se supone que para el 2025 ya deberían volar los autos, habríamos eliminado el problema del hambre, la desigualdad, el daño al medio ambiente y seríamos una sociedad sin clases sociales. Los robots humanoides nos servirían sin queja alguna, también el cáncer y otras enfermedades degenerativas tendrían solución con un simple intercambio de células buenas por malas. Pero estamos más cerca de extinguir la vida en el planeta que de tener un concepto universal de justicia, o el mínimo respeto por las costumbres, tradiciones, religiones, rituales o hábitos del vecino. Ahora nos hace daño hasta lo que no tragamos, y odiamos al que no se comporta como nosotros creemos. Aunque curiosamente nosotros mismos no sepamos porque creemos en una zarza ardiente o una mujer de ocho brazos, siempre tenemos una opinión, -que nadie nos pidió- y la trataremos de imponer por la fuerza o por medio de la coerción a quienes estén dentro de nuestro ámbito geográfico o virtual. En las sociedades democráticas como México, -asumiendo que la nuestra lo sea- las diferencias se resuelven confrontando las ideas en la arena pública y convenciendo a un pueblo hambriento e ignorante con dádivas y promesas. La verdad es tan subjetiva como relativista, subjetiva porque se basa en la experiencia, y en la percepción de cada persona que pretenda interpretarla desde su muy limitada comprensión del universo de las cosas, lo que es una verdad para mí, puede no serlo para usted, a menos que quiera creerme. Existe una verdad relativa porque depende del contexto social, cultural o histórico. Pero vamos clarificando la idea, la palabra griega para la verdad es alétheia que significa “lo que no está oculto”, por lo tanto, la verdad no es algo que deba construirse, sino más bien es algo que existe y deber ser descubierto. La pregunta sin respuesta en este país de mierda es: ¿quién va a descubrir la verdad sobre el asesinato de Carlos Manzo?
La muerte de Carlos Manzo develó una serie de contradicciones entre el discurso político de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y su gabinete de seguridad. Así mismo el gobernador de Michoacán Alfredo Ramírez Bedolla y sus pretensiones absurdas de aminorar los efectos del suceso trágico respondió con represión contra los indignados que osaron invadir el palacio de gobierno en la capital del estado. Ya han muerto muchos alcaldes en este país y en este sexenio, pero ninguno de ellos es como el del alcalde independiente de Uruapan, primero porque lo advirtió, el personaje se sabía amenazado y pidió ayuda. El desenlace fatal tiene la terrible consecuencia de que en su testamento político dejó escrito con todas sus letras quiénes serían los responsables de su muerte y de los cientos de miles de seres humanos que atiborran los panteones y las fosas clandestinas de un México ensangrentado. En consecuencia, la presidenta de México y su corte de militares no pueden de menos que aceptar que es su incompetencia la responsable del desastre de país en que tenemos que sobrevivir día con día. El equipo de chimpancés que coordina el manejo de crisis de la presidencia utilizó el sistema de prueba y error para elaborar un plan de contención de daños. Al principio recurrieron al manual obradorista que por alguna estúpida razón aún se utiliza, obsoleta la chingadera solo sirve para hacer el ridículo. Capítulo uno del protocolo para control de daños: Negar el hecho por muy evidente que sea y culpar a Felipe Calderón, la prensa conservadora, los fantasmas del neoliberalismo, a la mafia del poder y hasta Porfirio Díaz si es necesario. La bomba mediática era tan grande, que dichas declaraciones en voz propia de la presidenta de México sólo contribuyeron a enardecer más las redes sociales y la indignación popular. Luego de un día de recibir mentadas de madre y ante la inminencia de tener que decir algo en la conferencia matutina del día siguiente se recurrió a la táctica de los gobiernos neoliberales, anunciar un plan contingente con acciones muy concretas de gobierno y que permitirá no sólo evaluar los resultados sino también atacar las causas de la inseguridad, decidieron llamarlo “el plan Michoacán por la Paz y la Justicia”. Justo cuando el cerebro de los guionistas de la presidencia de la república estaba a punto de estallar, aparecieron datos reveladores sobre la edad del asesino material del exalcalde Carlos Manzo, -17 años. Para acabarla de joder, no faltó quien hiciera notar las similitudes del plan con respecto de otros que demostraron ser igual de inútiles, como el de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa. Si la presidenta de México creyó que estaba descubriendo el hilo negro, se equivocó, muy apenas está aprendiendo cómo funcionan las cosas en el mundo real, y que México no es el país de fantasía del que le habían platicado.
Agobiada por la grave crisis de credibilidad, la presidenta tomó una decisión, quizás la más errónea y pendeja que ha resuelto desde que es la jefa de toda la burocracia federal, se salió del palacio imperial para ir a dar una vuelta al tianguis a pensar. No había cruzado veinte pasos cuando saludó un par de ancianas, tres doñas mitoteras -que nunca faltan- la invitaron a un baby shower, y justo cuando más contenta y distraída estaba, se le acerca un borrachito y le da tremendo arrimón, con tal desfachatez que “atrevióse” a tocar con sus labios a la zona más erógena de los nativos americanos, el pescuezo. Y bien dicen por ahí, que no es lo mismo verla venir que sentirla llegar, pero lo cierto es que después del desconcierto inicial, se hicieron las aclaraciones necesarias y se dejó en libertad al peladito para que continuara sus actividades típicas de beodez. La divulgación en video del incidente provocó que las redes sociales -una vez más- ejercieran su función de atracción de la opinión pública para distraer a los mexicanos del tema que los tenía cuatro días ocupados, el asesinato del hombre que había incomodado no sólo a los grupos criminales de su estado, incluyendo al más peligroso, al del gobernador Ramírez Bedolla, sino también a la clase política morenista que gobierna nuestro país. Ahora el tema era si el pervertido violador serial que se acercó maliciosamente a la presidenta lo había hecho por su cuenta, o trabaja para algún grupo criminal de cuatro letras, o incluso, si lo había enviado Adán Augusto López Hernández para advertirle que deje de hurgar en sus cajones. En opiniones se dividen los géneros y los coeficientes intelectuales, las dos menciones con mayor cantidad de adeptos son primero, los que creen que el ataque a la dignidad y el pudor de la presidenta de México fue un montaje para distraer la atención del asesinato de Carlos Manzo, y segundo, los que le creen a la jefa del ejecutivo que tiene el peor equipo de seguridad del mundo y que México es un país de acosadores, tanto así que la mujer más poderosa de esta gran nación, en su primer día como “mexicana de a pie” le tocó padecer lo mismo que las otras 65 millones. No estás sola -repetirán los ecos de la ignominia durante los cinco años que le restan hasta el 2030. A las feministas que se indignaron por el atentado a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo quizás les pasó inadvertido que la esposa de Carlos Manzo, Grecia Itzel Quiroz García aceptó el cargo que dejó vacante su marido y rindió protesta como nueva alcaldesa de Uruapan, Michoacán. En medio del inconmensurable dolor por el violento atentado que le arrebató la vida a su compañero de vida, la señora se echa a cuestas un reto que ni el mismísimo Omar García Harfuch sería capaz de intentar en las condiciones que la nueva presidenta municipal lo hará, enfrentar al crimen organizado en el país más violento del mundo. Me atrevo incluso hacer una humilde aportación a la presidenta de México en su plan Michoacán por la Paz y la Justicia: vayan por esos criminales y si es necesario abatirlos, háganlo, ustedes saben quiénes son y dónde están, y si no lo saben, renuncien.
Según que va a hacer mucho frío en la semana por un mentado vórtice polar, abríguese bien y cuídese de las balas.
@gandhiantipatro












