Forman parte de una red oculta de mujeres estudiantes llamada Srak.
Por Paulina Vega
Para las niñas y mujeres en Afganistán acceder a la educación ha sido algo imposible desde que los talibanes se instalaron. Estas niñas y sus maestras están decididas a seguir con su educación sin importar el costo.
“Solo quiero aprender y eso no es un delito”, mencionó una de las estudiantes. Aproximadamente 30 estudiantes se reúnen en un salón de clases diminuto donde aprenden ciencias, matemáticas, corte y confección y dibujo.
“El miedo nos acompaña a cada segundo”, declaró una la maestra de esta escuela para mujeres clandestina. Actualmente existen nueve escuelas secretas donde reciben educación aproximadamente 400 niñas afganas.
La activista Parasto Hakim, es la fundadora de la red de escuelas Srak, comenzó a idear el plan de las escuelas secretas desde que en 2021 los talibanes se apoderaron de Afganistán. Desde la prohibición de la educación femenina han aumentado las tasas de matrimonio infantil, trabajo de menores y de suicidios.
Estas escuelas son un rayo de esperanza para las mujeres afganas. Las miembros de las escuelas Srak son niñas y mujeres valientes, que buscan y sueñan un futuro sin el talibán.