El sitio donde ahora se asienta la ciudad de Soledad de Graciano Sánchez era conocido con el nombre de “Los Ranchos” en razón de que allí existían dispersos los ranchos que se habían formado desde algunos de los auges del mineral del Cerro de San Pedro y desde entonces solo se le llamo así y no tenía otro nombre; en aquella época los vecinos habían construido una simple ermita a la Virgen de la Soledad que fue la primitiva imagen de su culto.
Precisamente a esto se debió el que a este lugar se le llamara después “Paraje y Puesto de los Ranchos de Nuestra Señora de la Soledad” y así lo menciona con este nombre Juan García, indio vecino de ese lugar en un escrito que presentó el 3 de agosto de 1758. El promovente Juan García pidió en concreto que se le recibiera una información de testigos sobre los linderos, ubicaciones y tierras de dicho “Puesto de los Ranchos y sus adyacentes”.
No sabemos siquiera el año en que el pueblo de Soledad de los Ranchos comenzó a tener Ayuntamiento. Sospechamos que este privilegio se lo concedió el intendente de San Luis Potosí don Bruno Díaz de Salsero porque él podía usar de esa facultad que le concedía el artículo 11 de la Real Ordenanza de Intendentes y en uso de ella si se lo concedió a los pueblos de Catorce, Charcas y Matehuala en enero de 1793, lo que sí nos consta es que Soledad de los Ranchos ya tenía Ayuntamiento en el año de 1820, lo dice y lo pregona todavía un interesante monumento erigido en el Jardín de la Plaza de Armas de Soledad de Graciano Sánchez. Pero no tenía categoría de Villa. Esta situación guardaba seguramente algunas otras poblaciones del ahora estado de San Luis Potosí. Por ello fue que la legislatura del Estado dictó su decreto Nº 60 de fecha 5 de octubre de 1827 por medio del cual, en su artículo 2º ordenó que las cabeceras de Departamento y Partido se denominarían ciudades y que en donde residiera el Ayuntamiento se le llamaría villa.
En esta última condición se encontraba el pueblo de Soledad de los Ranchos.
Así fue como, en virtud de este decreto el pueblo de la Soledad de los Ranchos fue elevado a la categoría de villa, cuya denominación aparece por primera vez con fecha 8 de Noviembre de 1827 en la foja 98 del libro de acuerdos de su Ayuntamiento.
El 18 de abril de 1885 asumió la magistratura del Estado el general Carlos Diez Gutiérrez, él quiso significar el apellido de su prominente familia y por ello promovió para que el Congreso del Estado dictara su decreto Nº 2 del 23 de septiembre de 1885, por medio del cual se ordenó que el municipio de Soledad de los Ranchos cambiara de nombre para llamarse en lo sucesivo Soledad Diez Gutiérrez, nombre que conservó más de un siglo.
El teléfono llegó a Soledad Diez Gutiérrez hasta el año de 1921 por entonces sólo había ahí dos aparatos: uno en la Presidencia Municipal y el otro en el domicilio del Sr. Camilo Campos Meza.
Se debe al Profr. Graciano Sánchez el inestimable beneficio de reglamentar el aprovechamiento de las aguas negras de San Luis Potosí para la fertilización de buena parte de los terrenos antes estériles y ahora productivos al sur del municipio de Soledad. Fue el primero que tuvo la idea de organizar una sociedad por acciones con el objeto de que se ordenara convenientemente de una manera justa y racional el uso y aprovechamiento de las aguas negras.
El abastecimiento del agua potable llegó a Soledad hasta el año de 1928, esto gracias a la disponibilidad del Gobernador del Estado general Saturnino Cedillo y a las gestiones de los diputados señores Rutilo Alamilla y Manuel Noyola.
Periódicamente, sufrió la Villa de Soledad frecuentes inundaciones que causaron gran destrucción y aún muertes, dejando la miseria y desolación en ese lugar, todavía se recuerda la terrible tormenta que ahí se abatió el 21 de junio de 1985 y las inundaciones sufridas en julio de 1976, septiembre de 1955, septiembre de 1933 y aún otras anteriores no menos catastróficas.
El Congreso del Estado dictó su decreto del 18 de diciembre de 1988 por el cual se le cambió el nombre a ese municipio por el de Soledad de Graciano Sánchez, honrándose así la memoria de este personaje nativo de este lugar que mucho se distinguió por su constante lucha, durante toda su vida, en favor de la clase campesina de todo el país, el mismo decreto que se refiere ordenó elevar la categoría política de esa población que desde esa fecha tiene el título de ciudad.