El pasado martes, dos camionetas de pasajeros procedentes de Guanajuato fueron secuestradas junto con 23 personas. El calvario que vivieron terminó con un mega operativo que desnudó la existencia de una red de tráfico de migrantes en Matehuala con sede de un grotesco campo de concentración, de muerte, de dolor y de terror.
El siguiente texto es el relato de un operador de turismo ante el ministerio público, víctima de un grupo de secuestradores en Matehuala:
…Que me desempeño como operador de turismo de la empresa “TURISMOS EIFEL”, ubicada en la ciudad de León, Guanajuato, el dueño es el señor OSVALDO G., apenas entre, mi primer viaje fue la semana pasada a Puerto Vallarta, y el día lunes 03 de abril del año 2023, se comunica conmigo mi jefe y me dice que hay un viaje a la ciudad de Saltillo, Coahuila, que habían pedido una camioneta grande y como mi jefe no tiene, se dividió en dos camionetas.
A mí me dieron una CAMIONETA DE LA MARCA TOYOTA, LIENA HIACE, COLOR BLANCA, DE 14 PASAJEROS, y a mi compañero JOEL, quien también es operador, le dieron UNA CAMIONETA DE LA MARCA TOYOTA, LINEA AVANZA, COLOR BLANCA, siendo el encargado del viaje porque él llevaba más tiempo en la empresa.
Me mandan la ubicación del punto de partida, donde íbamos a pasar a recoger a los pasajeros, siendo este la localidad de San José de la Quemada, perteneciente al municipio de San Felipe Torres Mochas, Guanajuato, llegando ahí a las 11:00 de la noche, junto con mi compañero JOEL, donde recogimos a 16 pasajeros
Abordaron conmigo 13 hombres, desconociendo sus nombres, y con JOEL fueron 3 pasajeros, una mujer y dos hombres, por lo cual iniciamos la marcha con normalidad, tomando la carretera 57 con dirección al norte, para, como dije, dirigirnos a Saltillo.
En el camino, poca comunicación con los pasajeros, no se sus nombres, pero entre ellos iban platicando que iban a cruzar la frontera para irse a trabajar a Estados Unidos de América, entre ellos iban hablando del dinero, que cuánto les había costado el viaje para cruzar y cuánto dinero traían.
A un lado, en el asiento del copiloto, iba un señor, era chaparrito y güero, era como de unos 35 años, pero desde que subió me dijo que él se iba a dormir, por lo que no platiqué nada con él, pasamos la ciudad de San Luis Potosí, por el libramiento, porque recuerdo que pasamos el parador “EL POTOSI”.
Siguiendo la marcha, kilómetros más adelante pasamos un retén de militares, pasando ese retén nos paramos en un OXXO que está en la gasolinera a la altura de ese retén, los pasajeros y yo nos bajamos a comprar botana y refrescos para el viaje, eran aproximadamente las 03:00 de la mañana, ahí estuvimos como una hora, en lo que comíamos y descansábamos un rato, volviendo a tomar carretera alrededor de las 04:00 de la mañana.
Volvimos a circular sobre la carretera 57 con dirección al norte, pasando como 10 minutos, yo iba manejando sobre el carril de baja velocidad, cuando se me empareja UN CARRO NEGRO, SEDAN, SIN RECORDAR MAS CARACTERISTICAS y UNA CAMIONETA DE COLOR BLANCA, TIPO PICK UP.
Ambos me cierran el paso, hasta que logran sacarme de la carretera, y bajan 04 hombres, eran muchachos, como de unos veintidós años, eran delgados, traían chaleco antibalas y armas de fuego largas, traían cachuchas por lo que no les alcancé a ver la cara y se van hacia la camioneta, diciéndome que me bajara, abren la puerta, me bajan a jalones y me meten al carro negro, en la parte trasera.
Me metieron hasta abajo del asiento, y me dijeron que no hablara, que no los volteara a ver, solo me subieron a mí a ese carro, y me quitaron mi celular y lo apagaron, desconociendo donde quedaron mis pasajeros, abordaron el vehículo dos sujetos y el copiloto me iba apuntando con el arma, sentí que me metieron a un cerro porque brincaba el carro.
Estuve unos 20 minutos a bordo del carro, por el camino de terracería, hasta que se paró el carro y me bajaron, pero me pidieron que cerrara los ojos y bajara la cabeza, pero yo iba viendo que estábamos entre el cerro, porque el piso era de tierra, ahí estaba un autobús y varios carros, escuchaba que preguntaban por el chofer del autobús.
Me vendaron los ojos y me empezaron a preguntar que quien venía conmigo y le dije que una camionetita blanca, que iba con un compañero y escuché la voz de JOEL a un lado mío porque nos estaban preguntando del dinero del viaje, JOEL le dijo que el traía $14,000.00 pesos que nos habían dado, y como que esculcaron la camioneta.
En eso dispararon el arma de fuego cerca de mi oído, para amedrentarnos y decir si teníamos más dinero, yo les dije que traía $2,000.00 pesos en la bolsa, me esculcaron y me sacaron el dinero, escuché varias voces de hombres todas, de quienes nos exigían diéramos el dinero.
Después ya se pasaron con las personas que iban en el autobús y a mí y a JOEL nos dejaron parados, hasta que les quitaron todas las cosas a los pasajeros del autobús. Nos amarraron los brazos para atrás y me subieron a lo que pienso era una camioneta porque estaba alta, a la cabina, no sé con quién iba porque no nos dejaban hablar.
Hicimos un viaje largo como de una hora, agarramos entre brecha y camino de carretera, porque había lugares donde brincaba mucho la camioneta y otros lugares donde si se sentía camino parejo, llegando a un lugar donde nos metieron a un lugar donde había animales, porque olía a comida, creo que era como un rancho y me metieron a un lugar donde había tarimas y me aventaron sobre unas tablas.
Ya había amanecido porque tras la venda se veía claro, ahí estábamos muchas personas, ahí también estaba JOEL porque sí alcance a escuchar su voz, ahí nos tenían secuestrados, porque escuche que se dirigían con cada uno para preguntar por sus familiares, para pedir dinero, escuche que pedían por cada uno $50,000.00 dólares, que era casi el millón, pero a mí no me preguntaban.
Yo les decía que me dejaran hablar con mis familiares para que empezaran a juntar el dinero, pero no querían que hasta que me tocara, iban por turnos, yo creo que como íbamos llegando, escuche que a todos los pasajeros los tenían en la parte de arriba, sin saber a que se referían y conmigo estaban todos los choferes. Mientras estuve ahí me esposaron, las cuales me empezaron a molestar porque se me apretaron con el movimiento y yo les decía que me soltaran porque me dolía y me aventaban cachetadas.
Ahí estuve muchos días, no sé exactamente porque perdí la noción del tiempo, no me daban de comer, había una muchacha que ya había pagado su rescate y a ella si le daban de comer y pedía que, si nos podía compartir de su comida, ella me dio una mordida de un taco.
Ya en ese lugar, escuche la voz de una mujer dentro del grupo de los secuestradores, era la más malvada, porque ella nos gritaba maldiciones, pedía que me parara, yo ya no me podía parar y ella me agarraba de las esposas y me empezaba a arrastrar. Había una persona del sexo masculino a la cual se referían como comandante, era como el encargado y entre ellos se decían comando, nunca escuche que se hablaran por un nombre.
El día martes 04 de abril del año 2023, sin saber la hora, escuché que dijeron que por ahí andaba el Ejército y nos subieron a todos a unas camionetas, (porque estaban altas) y nos sacaron de la casa, nos trajeron dando vueltas mucho tiempo hasta que nos regresaron otra vez al mismo lugar donde estábamos, cuando regresamos al rancho, escuché que empezaron a golpear a una persona del sexo masculino, que porque al parecer se les había querido escapar, el secuestrador le gritaba que si se le hubiera escapado, el que estaría en su lugar hubiera sido él, refiriéndose a que su jefe lo hubiera golpeado a él.
Ayer en la mañana, escuché que empezaron a entrevistar a la persona que habían golpeado y supe que era JOEL porque dijo que era el chofer de turismos EIFEL, yo les dije que era mi compañero, que veníamos juntos, me preguntaron que, si sabía que mis pasajeros eran ilegales y yo decía que no, pero JOEL empezó a gritar nombres, pedía que lo ayudaran, pero seguían golpeándolo.
Se llegó la noche y nos volvieron a sacar del rancho y escuché que el comandante dio la orden de “matar a JOEL, porque ya se la pasa gritando” y a él ya no lo subieron, se quedó en el rancho, porque no sé cómo lo mataron y uno de los secuestradores me empezó a decir que si me portaba bien, no iba a pasar nada, era el que mejor nos trataba, toda la noche nos la pasamos en el cerro y ese muchacho en la mañana, ya de hoy me empezó a decir que ya me iba a ir y me llevó una botella de agua con sal para que recuperara fuerza, me la tome y nos volvimos a subir a las camionetas.
Me llevaron a un lugar donde me acuerdo que había una pared amarilla, ya ahí me quitaron la venda, pero me decían que no los volteara a ver, pero yo escuché 4 voces de hombres, no tenían las llaves de las esposas e intentaban abrírmelas de muchas formas, pero en eso les llegó un reporte que había un operativo porque había helicópteros, por lo que unos compañeros habían dejado las camionetas abandonas, por lo que los mandaron a recogerlas y me volvieron a subir a la camioneta esposado, dentro de la caja y me taparon con una cobija.
Andábamos entre la ciudad, porque estaba parejo el piso y se escuchaba que circulaban más carros, ahí anduvimos una media hora y otra vez se metieron al cerro y ya nada más escuche que gritaron que se bajaran todos, y me quede yo dentro de la camioneta como una hora, pero ya no escuchaba voces, ni ruidos, como que habían huido y en eso escuche helicópteros y como pude me levante y senté dentro de la caja y hacía señas pero no me vio, paso como tres veces, en eso vi que se levantó la tierra como que venía un vehículo y se acercaron hacia mí unas patrullas de la Policía Estatal.
Ahí hicieron un operativo de búsqueda de los secuestradores, pero ya no hallaron a nadie, ya había pasado tiempo de que se habían ido, los policías me soltaron poquito las esposas, me dieron agua y comida porque les dije que había estado secuestrado y ya ellos me ayudaron, me dijeron que habían encontrado una persona muerta dentro de unos rescatados, que si podía identificarlo, pero me lo mostraron y por su cara no pude ver quién era porque estaba muy golpeado, ya estaba hinchado, pero traía el uniforme de la empresa y aparte por lo que escuche supe que sí era mi compañero, quien había fallecido por lo que le hicieron, y ya me trajeron para acá para denunciar lo que nos pasó.