El Atlético de San Luis cerró con otra decepción su participación en el torneo de la Liga Mx al caer derrotado por tres goles contra uno ante los Tigres de la UANL en el estadio Universitario, resultado que selló su eliminación y confirmó el fracaso del técnico Guillermo Abascal, quien no logró meter al equipo ni siquiera al play-in. La derrota ante los regiomontanos fue el reflejo perfecto de una campaña irregular, llena de errores tácticos y falta de contundencia en los momentos clave.
El encuentro comenzó de manera prometedora para los potosinos, que sorprendieron al minuto seis con el gol número doce del brasileño Joao Pedro, quien cerró el torneo como líder de goleo individual empatado con Armando González de Chivas, y a la espera de lo que haga Paulinho de Toluca frente al América. Sin embargo, la ilusión duró poco, ya que el conjunto regiomontano impuso su jerarquía y terminó pasando por encima de los visitantes.
Al minuto 29, Ángel Correa igualó el marcador aprovechando una desconcentración defensiva, mientras que al 56 Farfán concretó la remontada para los felinos. La situación se complicó aún más para los potosinos cuando Jahaziel Marchand, quien había ingresado en la segunda parte, fue expulsado al 63 por una dura entrada. Con un hombre menos y sin reacción táctica desde el banquillo, el equipo se desplomó anímicamente.
Tigres selló el resultado al minuto 72 con una gran definición de Diego Lainez, quien aprovechó los espacios que dejó una zaga potosina desorganizada. El resto del encuentro fue un mero trámite, con un Atlético de San Luis que ya no tuvo capacidad de respuesta y mostró nuevamente la falta de orden y profundidad que caracterizó su cierre de torneo. Todavía en tiempo de compensación Nico Ibáñez pudo ampliar el marcador, pero su anotación fue invalidada por el VAR, por una falta previa. Con este marcador, el Atlético de San Luis culmina un torneo para el olvido, en el que dejó escapar múltiples oportunidades de clasificar al play-in, especialmente en casa. Guillermo Abascal cierra así una gestión marcada por la inconsistencia, la falta de estrategia y una evidente desconexión con el plantel, dejando a la afición potosina con un sabor amargo y la incertidumbre sobre el futuro del proyecto rojiblanco.












