SANTA MARÍA DEL RÍO, S. L. P. – Las autoridades de salud confirmaron dos nuevos casos de COVID-19 en un habitante de este municipio, lo cual dio margen para que las acciones de restricción de entrada a personas no habitantes de esta mancha urbana hayan sido mantenidas y se atente contra el libre tránsito de personas y vehículos, lo cual está consagrado en los Derechos Fundamentales del ser humano.
Y fue precisamente poco después que se anunciara que se tenían varias semanas que no se presentaba un nuevo brote de COVID-19 y que una de las personas que había dado positivo al mismo, había sido dada de alta por los médicos. Parecía que se ganaba terreno en cuanto al control de la pandemia y se invitaba a la gente a no bajar la guardia.
Pero se presentaron nuevos casos y se regresó como al principio, a pedir a la población a mantener la sana distancia y se mantienen las restricciones para los establecimientos con actividades no esenciales, aunque buena parte de la población ya decidió salir del encierro, de la cuarentena, además el dinero comienza a escasear, aunque aún quedan bastantes personas que siguen en confinamiento voluntario.
En forma inexplicable se había dado la expresa autorización para que negocios esenciales y no esenciales abrieran sus puertas y se reiniciaran actividades, aunque con ciertas medidas de prevención, hubo notoria movilidad social y no tardó en darse a conocer el nuevo caso de contagio por COVID-19.
Habían señalado que las autoridades de salud habían dado autorización para la reanudación de la actividad social, con la Jornada Nacional de Sana Distancia, pero la Secretaria de Salud, Mónica Liliana Rangel Martínez, dijo que en ningún momento existió una autorización de su parte para relajar las indicaciones emitidas, sino que fue una decisión tomada de forma unilateral.