El domingo 10 de agosto de 2025, un ataque aéreo israelí en Gaza mató a cinco periodistas de Al Jazeera, incluido Anas al-Sharif, y un reportero independiente. El bombardeo ocurrió en una tienda de campaña para medios cerca del Hospital Al-Shifa. La acción desató condena mundial, con la ONU y grupos de prensa exigiendo una investigación independiente. Al Jazeera calificó el ataque como un “asesinato selectivo” contra la libertad de prensa. La comunidad internacional expresó indignación por la escalada de violencia contra periodistas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) asumieron la responsabilidad, alegando sin evidencia que Al-Sharif lideraba una célula de Hamas. Esta acusación fue rechazada por Al Jazeera y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). Previamente, la ONU había advertido sobre amenazas contra la vida de Al-Sharif. El periodista, conocido por su cobertura en Gaza, había denunciado intentos de difamación por parte de Israel. La falta de pruebas ha intensificado las críticas al ataque.
El lunes, cientos de personas asistieron al funeral en el cementerio Sheikh Radwan, en Gaza. Los cuerpos de Anas al-Sharif, Mohammed Qreiqeh, Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa fueron honrados. También se despidió a Mohammed Al Khaldi, periodista independiente víctima del ataque. Los asistentes, entre lágrimas, destacaron el valor de los reporteros. La ceremonia reflejó el profundo impacto de la pérdida en la comunidad periodística.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, el CPJ reporta que más de 230 periodistas han muerto, la mayoría palestinos. Este conflicto es considerado el más letal para la prensa en la historia moderna. Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras y la Unión Europea condenaron el ataque como una violación del derecho internacional. Gobiernos de Qatar, China, Alemania, Noruega, Venezuela y Chile se unieron al reclamo de justicia. La comunidad global exige proteger a los periodistas en zonas de conflicto.
El ataque ha renovado los llamados a investigar las muertes de reporteros en Gaza. La ONU y el CPJ instan a esclarecer los hechos y garantizar la seguridad de los periodistas. Al Jazeera acusó a Israel de intentar silenciar la cobertura de la guerra. La falta de acceso a medios internacionales en Gaza agrava la situación. La comunidad periodística mundial exige el fin de la impunidad en estos crímenes.