Un ataque con misiles balísticos rusos en el centro de la ciudad ucraniana de Sumy dejó al menos 32 personas muertas y más de 80 heridas la mañana del domingo, según autoridades locales. El bombardeo, uno de los más letales en lo que va del año, ocurrió durante el Domingo de Ramos, día en que muchas personas se encontraban en las calles por motivos religiosos.
El presidente Volodímir Zelenski condenó el ataque y pidió una respuesta más firme por parte de Estados Unidos y Europa. En las imágenes difundidas se observan vehículos destruidos, cuerpos en la vía pública y restos calcinados.
El ministro del Interior, Ihor Klymenko, detalló que las víctimas se encontraban en la calle, dentro de coches, en el transporte público y en edificios alcanzados por las explosiones. Según el jefe de gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, los misiles portaban municiones de racimo, lo que agravó el impacto sobre la población civil.
El bombardeo ocurre en un momento políticamente delicado. Apenas dos días antes, el enviado especial del expresidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff, se reunió con Vladímir Putin en San Petersburgo para discutir posibles vías de negociación hacia un acuerdo de paz. El ataque en Sumy, subrayó un funcionario de seguridad ucraniano, llegó inmediatamente después de dicha visita.
En paralelo, el Ministerio de Defensa ruso acusó a Ucrania de lanzar cinco ataques contra infraestructura energética rusa, en violación de una moratoria pactada entre ambos países con mediación estadounidense. Aunque en marzo ambas naciones acordaron frenar los ataques a instalaciones energéticas, ambas se han acusado mutuamente de no respetar ese compromiso.
El gobierno ucraniano insiste en que Moscú utiliza el terror como estrategia y advierte que los esfuerzos diplomáticos son insuficientes si no van acompañados de presión real. En palabras de Zelenski: “Rusia quiere exactamente este tipo de terror y está alargando esta guerra. Sin presión sobre el agresor, la paz es imposible. Las conversaciones nunca han detenido los misiles balísticos y las bombas aéreas”.