Cárteles se disputan el Altiplano Potosino

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  • Fuertemente armados, los sicarios del Cartel del Golfo y del Cartel Jalisco asolan pueblos y comunidades, rancherías y zonas urbanas
  • Los policías no son rivales, no traen ni para la gasolina, menos armas para hacerles frente 
  • El tercero en discordia es el supuesto Cartel de los Ministeriales

Municipios del Altiplano Potosino padecen por la violencia, la seguridad y ahora una descarnada disputa por el control de las localidades cercanas a la carretera federal 57, específicamente en el tramo San Luis-Matehuala. Los días más sangrientos comenzaron la semana pasada cuando un comando armado intentó secuestrar a un médico en la comunidad de El Ojo de Agua, lo que provocó una persecución que terminó en la comunidad de Santa Teresa, en Villa de Guadalupe, donde los pistoleros lograron huir sin que la policía pudiera hacer algo pues, para toda la región, la Policía Estatal únicamente dispone de cien elementos y dos patrullas.

A estos hechos sucedieron una serie de enfrentamiento y ejecuciones de expolicías así como atentados contra civiles a quienes no se les conoce nexo con el crimen organizado.

De acuerdo con versiones que abordaron el secretario de Seguridad, Jaime Pineda, el comandante de la 12va Zona Militar y de la Guardia Nacional, se trata de una disputa por el control de la zona entre el Cartel Jalisco Nueva Generación y el Cartel del Golfo aunque aparece un grupo denominado el Cartel de la Ministerial y un cuarto participante denominado Grupo Espartano con presunto origen en Tamaulipas y operaciones alternadas en el sur de Nuevo León y el norte de San Luis Potosí.

La disputa incluye a habitantes de la región que se han enlistado en los grupos en pugna y que, al parecer, están plenamente identificados por la policía pero su capacidad de reacción es prácticamente nula, toda vez que la Policía Estatal dispone nada más de mil 500 efectivos para todo el territorio potosino, lo que hace, prácticamente, prevenir, enfrentar o someter a los delincuentes que, además, operan con armas y vehículos de gran capacidad.

El último episodio de esta guerra sin cuartel se suscitó este viernes en un poblado de Villa de Arista, conocido como San Lorenzo, colindante con Villa Hidalgo, donde no hubo lesionados y en donde, inclusive, se solicitó la presencia de helicópteros de Seguridad Pública que nunca llegaron y que nadie sabe en qué los utiliza el titular de la dependencia.

La Guardia Nacional parece existir sólo para eventos lucidores del gabinete de Seguridad o en las visitas del presidente. Los militares son los únicos que parecen estar activos de tiempo completo, no sólo enfrentando el covid, sino también en el campo de batalla a quienes se les atribuyen las acciones principales contra la violencia y la inseguridad.

Aunado a esta situación, la capital de San Luis Potosí, Santa María del Río, Villa de Reyes, Villa de Zaragoza, Soledad de Graciano Sánchez, Ciudad Fernández y Tamuín son también focos rojos para las autoridades de seguridad, pero fuera de la información y análisis que se hace, no hay acciones tangibles.

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