Por: Martín Hernández
Hace un tiempo, me acerqué a Aldo Patlán, actual director de la Cineteca Alameda de San Luis Potosí, para realizar una entrevista sobre la historia de este emblemático edificio. A través de la iniciativa de Región Centro, quise conocer más sobre cómo este espacio ha evolucionado y cómo se ha mantenido como un referente cultural para la ciudad. En nuestra conversación, Aldo compartió detalles sobre el origen del recinto, su impacto en la comunidad y los proyectos de expansión que están en marcha.
La Cineteca Alameda de San Luis Potosí, un edificio que data de 1941, siendo un referente cultural en la ciudad, pero pocos saben que originalmente no fue pensada como una cineteca. Aldo Patlán, actual director del recinto, explica que el cine fue construido con la intención de ser un cine-teatro, una sala de lujo con arquitectura neocaliforniana. “Este cine no fue creado con la intención de ser una cineteca. Fue diseñado y edificado en 1941 como un cine, un cine-teatro. Es un cine muy antiguo, uno de esos grandes que ya no quedan en el país”, afirma Patlán. De hecho, la Cineteca Alameda es una de las tres salas idénticas construidas por el arquitecto Carlos Crombet, una de las cuales desapareció para dar paso a la modernidad. “La de San Luis Potosí es la única que queda, y la verdad, la hace aún más valiosa”.

El edificio, aunque restaurado en los años 2000, conserva muchos de sus elementos originales, como la fachada y el foro principal, que se han mantenido intactos. Sin embargo, Patlán recuerda que el techo se desplomó cuando el cine estuvo cerrado por años. “El techo se cayó cuando el cine estuvo abandonado a finales de los 90, pero lo restauramos. Lo que ustedes ven restaurado sigue siendo el original”. La historia del lugar también está envuelta en rumores, como la leyenda de un trabajador que perdió la vida durante las obras de restauración, un evento que algunos aseguran dejó una presencia fantasmal en el edificio. “La gente cree que está embrujado porque es viejo. Yo nunca he tenido experiencias raras, he trabajado aquí hasta las 3 o 4 de la mañana y nada raro ha pasado”.
Para Aldo, la importancia de la Cineteca no solo radica en su arquitectura y su historia, sino también en el impacto que ha tenido en la cultura potosina. “Este es un cine de barrio. Los barrios de San Sebastián, Tlaxcala, San Agustín y San Miguelito, entre otros, se congregaban aquí para ver sus películas”, afirma el director, aludiendo a cómo la programación del cine estuvo siempre orientada al cine popular y familiar. “Recuerdo que los potosinos de los 70s, 80s y 90s todavía se acuerdan de Caballeros del Zodiaco. Es un cine que la gente quiere mucho, porque tiene historia y tradición”.

En los últimos años, la Cineteca ha experimentado un crecimiento continuo, con nuevas salas, una renovada dulcería y proyectos en marcha. Se destaca algunas de las iniciativas recientes, como la creación de una sala más experimental y cultural, y un proyecto en la terraza. “Estamos trabajando en una colaboración con jóvenes cineastas, y el lugar está creciendo por sí mismo porque la gente lo pide. La gente está formándose en cine, están teniendo intereses y eso nos tiene contentos. Estamos muy felices de mantener vivo este edificio que, en algún momento, se pensó que estaba perdido”, comenta Patlán.
La Cineteca no solo ha sido un lugar para ver cine, sino también para vivir experiencias únicas. Patlán menciona eventos como el festival de stand-up Black and Chrome, que se ha consolidado como uno de los más grandes de Latinoamérica, y los conciertos sinfónicos que han llenado el lugar en varias ocasiones. Además, la Cineteca sigue ofreciendo estrenos importantes. “Estamos ampliando nuestra oferta cultural. Además de las películas, tenemos otros tipos de eventos, y eso lo hace un lugar mucho más dinámico y diverso”.
Para Aldo, la restauración de la Cineteca no solo es un proyecto arquitectónico, sino una forma de conectar con la comunidad. “Cuando la administración actual, encabezada por el Gobernador Ricardo Gallardo, decidió abrir la Cineteca, nuestra principal encomienda fue que estuviera abierta para todos los potosinos”, afirma Patlán. “No solo el foro principal y su historia, sino que también hemos mostrado el túnel de los famosos túneles de San Luis y la terraza, la gayola, que era el tercer piso de la cineteca”, menciona.

Finalmente, Patlán destaca el trabajo en equipo como el pilar fundamental para el éxito de la Cineteca. “Mi conexión más fuerte con la Cineteca es mi equipo. Sin ellos, nada de esto sería posible”, asegura. A pesar de los desafíos que conlleva dirigir un lugar con tanta historia, Patlán siente que su labor es más importante que nunca. “No es mi edificio, no voy a estar aquí toda la vida. Lo importante es que lo que dejemos sea para el beneficio de los potosinos, para que encuentren en la Cineteca un lugar al que puedan venir siempre que quieran disfrutar de cine”, concluye. Como muestra del referente que es dirigir y llevar estos espacios de cultura al imaginario Potosino.
Apéndice:
El cine inaugurado en 1941 por Don Alfredo Lazo de la Vega y su esposa, Adelina Lozano, marcó una época en San Luis Potosí, tanto por su éxito como por su conexión con una familia de gran arraigo en la ciudad. Alejandro Gerling Comes compartió detalles de esta historia familiar: “Este cine, mire, fue fundado por Don Alfredo Lazo de la Vega, que estaba casado con Adelina Lozano. Eran familias de aquel entonces en San Luis Potosí, y todavía hay descendientes de esa familia, ¿verdad?”.
Gerling destacó la relevancia del cine en su momento, no solo como espacio de entretenimiento sino también como símbolo de innovación. “Inclusive llegó a tener súper, ¿verdad? Que hasta una alberca. Lo supe por personal que trabajó aquí, porque yo llegué a venir al cine desde hace muchos años. Encendían muy bonitas las luces de las casitas o balcones, y había gradas especialmente para políticos, ahí en la planta baja. Era algo muy especial, ¿verdad?”.
“Los hijos de Don Alfredo vivieron muchos años en Carranza, entre las calles de Terrazas y Avanzada. Había unas casas muy parecidas, y por la parte de atrás vivía uno de sus hijos”, añadió Gerling. Aunque gran parte de esa generación ha fallecido, el entrevistado enfatizó la importancia de preservar estas historias: “Lo sé porque mi mamá, que sabía mucha historia, me comentaba todo esto. Aprecio mucho esta conexión familiar”.