El Colegio de San Luis (COLSAN) está desempeñando un papel clave en la búsqueda de soluciones a la crisis del agua en San Luis Potosí. A través de su programa de atención al agua, la institución se ha comprometido a investigar y abordar los desafíos socioculturales que rodean la gestión del agua, con un enfoque particular en estudios comparativos entre México y otros países.
El programa de COLSAN se centra en la comprensión de cómo las sociedades acceden, negocian y regulan el uso del agua, tanto desde una perspectiva histórica como contemporánea. Los investigadores están enfocados en identificar soluciones viables para un uso equitativo del recurso, participar en debates sobre la política hídrica nacional y formar especialistas en investigación social.
Actualmente, COLSAN forma parte del proyecto “El agua en México: usos, gestión y conflictos”, en colaboración con la Red de Colegios del país, y participa en el programa internacional “Water Law and Indigenous Rights”, apoyado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Universidad de Wageningen.
Para sus estudios comparativos, el programa Agua y Sociedad trabaja con investigadores del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Francia y la Universidad de Chile. Además, han lanzado una convocatoria para desarrollar proyectos centrados en la problemática del agua en el Valle de San Luis Potosí, una región afectada por la escasez de agua debido a su clima semiárido y la presión causada por el crecimiento urbano e industrial.
En este contexto, COLSAN, junto con Cummins y el Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología, está promoviendo un espacio de diálogo abierto que reúne a diversos sectores de la sociedad potosina para formular ideas y planes que enfrenten los desafíos hídricos del Valle de San Luis Potosí. Este esfuerzo es crucial en un momento en que la demanda de agua supera el crecimiento demográfico global, y la mitad de la población mundial enfrenta escasez de agua al menos un mes al año, según datos de la ONU.
El objetivo es generar una cartera de proyectos que aborden tanto la cantidad como la calidad del agua, su accesibilidad y gestión, en línea con los objetivos de desarrollo sostenible establecidos para 2030. En San Luis Potosí, donde la aridez y la sobreexplotación de los recursos hídricos son una realidad, estos esfuerzos son fundamentales para asegurar un futuro sostenible para la región.
