Un reciente informe ha revelado que las condiciones de infraestructura e higiene en los separos de Rayón no cumplen con los estándares mínimos requeridos para garantizar un trato adecuado a las personas privadas de su libertad. Entre las principales deficiencias, se destacan los sanitarios construidos de concreto, conectados a una fosa séptica en malas condiciones, con acumulación de basura y sobrecarga de materia fecal, lo que representa un riesgo significativo para la salud. Esta situación se ve agravada por la falta de suministro adecuado de agua corriente.
El informe también señala fallas estructurales y funcionales en las celdas, debido a la falta de mantenimiento preventivo y correctivo en las instalaciones hidráulicas y sanitarias. Además, se identificó la ausencia de un sistema de circuito cerrado de vigilancia, lo que dificulta la supervisión constante de las personas detenidas y aumenta los riesgos asociados a su custodia.
En respuesta, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitió la recomendación 16/2024 a la Dirección General de Seguridad Pública Municipal de Rayón, tras detectar violaciones recurrentes a los derechos humanos. Las observaciones fueron realizadas durante una supervisión llevada a cabo el 27 de febrero de 2024.
