SANTA MARÍA DEL RÍO. – La comunidad de Santa María del Río enfrenta un serio riesgo ambiental debido a la construcción de la gasolinera “El Rebozo”, proyecto que desde sus inicios ha sido objeto de protestas y advertencias sobre el impacto devastador que podría tener en los mantos acuíferos centrales de la región.
Tal como lo anticiparon activistas y residentes, estudios recientes de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) han confirmado la contaminación de dos pozos artesanales cercanos, los cuales ahora presentan niveles alarmantes de aguas negras.
Una de las principales preocupaciones recae en la ubicación de los tanques de combustible, los cuales deberían estar a una distancia segura de al menos 60 metros por encima del manto acuífero principal, pero en esta obra se han instalado a apenas tres metros de profundidad.
Durante el proceso de construcción, se emplearon tres bombas para desaguar el manto acuífero, extrayendo agua apta para el consumo humano y dejando prácticamente secos los pozos que abastecen a la comunidad.
Este impacto ha provocado una crisis de disponibilidad de agua y representa un peligro latente de contaminación permanente.
Además, se ha denunciado que algunos de los funcionarios responsables de otorgar permisos para el proyecto, sin los estudios ambientales requeridos, se encuentran prófugos de la justicia, mientras que los procesos legales para detener la obra y sancionar a los responsables están en curso.
Para muchos en Santa María del Río, esta situación ya representa uno de los ecocidios más graves en la historia del municipio.
La comunidad ha hecho un llamado urgente a la población para reflexionar sobre las graves consecuencias que trae este tipo de desarrollo sin la adecuada planificación y protección ambiental.
Si no se actúa pronto, advierten los activistas, la región podría enfrentar la contaminación irreversible de sus pozos de agua potable en los próximos años, lo que amenazaría la salud y la sostenibilidad de la vida en Santa María del Río.