La violencia que sacude al norte del país alcanzó de lleno al municipio potosino de Santo Domingo, donde un grupo criminal irrumpió en las oficinas de la Tesorería municipal causando destrozos, aunque sin lograr llevarse dinero. El alcalde Filiberto Rodríguez confirmó que, pese a la incursión, los delincuentes se retiraron con las manos vacías debido a la falta de recursos en las arcas municipales.
“Entraron a la Tesorería, causaron daños, pero no robaron nada porque en el municipio prácticamente no hay dinero. Apenas la semana pasada abrimos el catastro, así que no hay ingresos que pudieran sustraer”, relató el edil, quien indicó que el caso fue turnado a la Fiscalía General del Estado para su investigación.
Este ataque se suma a una preocupante escalada de delitos que incluye robos de ganado, extorsiones, secuestros virtuales y despojos de viviendas, lo que ha provocado un clima de miedo e incertidumbre generalizada entre los habitantes. Según Rodríguez, al menos 15 familias han abandonado la comunidad tras ser despojadas de sus propiedades por presuntos integrantes del crimen organizado, refugiándose principalmente en la capital potosina y Monterrey.
Frente a esta situación, el edil solicitó la presencia permanente de fuerzas de seguridad estatal y federal. Actualmente, Santo Domingo cuenta con patrullajes diarios de elementos del Ejército y la Guardia Civil Estatal. Sin embargo, Rodríguez reconoció que hasta hace poco el municipio ni siquiera disponía de una comandancia municipal ni condiciones básicas para albergar a los uniformados.
La policía municipal opera hoy apenas con cuatro elementos, de los cuales solo uno está debidamente acreditado, situación que refleja el abandono histórico en materia de seguridad. La meta de la administración es cerrar el año con al menos 11 agentes activos y cinco patrullas operando en coordinación con el Gobierno del Estado y la Secretaría de Seguridad, con el objetivo de comenzar a restablecer la tranquilidad en Santo Domingo.