La Universidad Politécnica de San Luis Potosí (UPSLP) se encuentra en una situación crítica tras la salida masiva de docentes, lo que ha paralizado gran parte de sus actividades académicas. Este problema se agravó el pasado 20 de enero, cuando alumnos llegaron a un campus prácticamente vacío de maestros.
La crisis deriva de una serie de decisiones administrativas que han golpeado a la planta docente. En diciembre, los profesores perdieron un bono esencial para cubrir sus gastos durante el receso académico, y el pago por hora se redujo drásticamente, pasando de 200 a 135 pesos. En el caso de los empleados de tiempo completo, los recortes llegaron al 40% de sus salarios, mientras que algunos fueron obligados a abandonar sus contratos indefinidos.
Esta situación también afecta a los estudiantes, quienes han visto canceladas materias necesarias para sus programas de estudio, pese a pagar altas cuotas de inscripción. “Pagamos hasta 6000 pesos por una o dos materias, ni en las universidades privadas cuesta tanto”, expresó un estudiante molesto por la falta de atención a sus demandas.
A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades, encabezadas por el rector Néstor Garza Álvarez, han guardado silencio. La comunidad universitaria exige una solución urgente para evitar que esta crisis siga deteriorando la calidad educativa y perjudicando a todos los involucrados.
El panorama es incierto, y tanto docentes como estudiantes temen que esta situación represente el inicio de un deterioro irreversible para una de las instituciones de educación superior más importantes del estado.