En un hecho que ha generado controversia, la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2024 sin incluir una partida específica para la reconstrucción de Acapulco tras el paso del huracán Otis. A pesar de las necesidades urgentes de la ciudad afectada, los diputados de Morena y sus aliados argumentaron que no era necesario crear una partida especial, ya que el dinero necesario ya estaba disponible.
El gobierno de AMLO anunció que la Tesorería de la Federación cuenta con un saldo en efectivo de 600 mil millones de pesos, de los cuales se podrían extraer los recursos para la reconstrucción de Acapulco, estimada en 61 mil 313 millones de pesos según la Secretaría de Hacienda. Además de este monto, se sumaría el dinero de los fideicomisos del Poder Judicial, que asciende a 15 mil 434 millones de pesos y que regresará a la Tesorería tras su cancelación por la Cámara de Diputados.
A pesar de estas fuentes de financiamiento, se esperaba que Morena presentara iniciativas para crear una partida especial en el presupuesto destinada a la reconstrucción de Acapulco. Sin embargo, estas propuestas fueron rechazadas. Una de ellas buscaba establecer fondos para Acapulco por hasta 100 mil millones de pesos, mientras que otra, promovida por diputados cercanos a Marcelo Ebrard, proponía destinar el 15% de los excedentes petroleros, aproximadamente 45 mil millones de pesos, para la reconstrucción. Ambas iniciativas fueron descartadas, lo que llevó a la renuncia de la diputada Selene Ávila a Morena.
Este episodio ha suscitado un intenso debate sobre la asignación de recursos en el país y la manera en que se manejan las situaciones de emergencia. La ausencia de una partida específica para la reconstrucción de Acapulco ha generado críticas y cuestionamientos sobre las prioridades del gobierno y la responsabilidad de los legisladores en el manejo de fondos públicos en momentos de crisis.
