El presidente Donald Trump anunció el lunes que asumirá el control federal del departamento de policía de Washington, D.C., para combatir el aumento de la delincuencia y la indigencia en la capital. Esta medida responde a una emergencia de seguridad pública declarada tras un intento de robo de auto a un funcionario. Trump invocó una disposición rara vez utilizada de la Ley de Autonomía para justificar la toma de control, permitiendo supervisión federal temporal. El anuncio ha generado controversia entre funcionarios locales que lo consideran innecesario. Agentes federales y tropas de la Guardia Nacional ya están desplegándose para imponer orden.
El presidente citó el aumento de la violencia, la miseria y la suciedad como razones principales para la intervención, exagerando tasas de delincuencia que en realidad han disminuido. Bajo la Sección 740 de la Ley de Autonomía del Distrito de Columbia, Trump puede controlar la policía por hasta 48 horas inicialmente, prorrogables a 30 días con aprobación del Congreso. Su objetivo es limpiar campamentos de indigentes y encarcelar a delincuentes, prometiendo restaurar la ciudad como el “lugar mejor administrado del país”. Sin embargo, el crimen violento, incluyendo homicidios y robos de autos, ha caído significativamente desde los picos de 2023. La base legal sigue siendo controvertida, con posibles impugnaciones en el Congreso.
El despliegue incluye la activación de 800 miembros de la Guardia Nacional de D.C. para tareas de apoyo logístico y cumplimiento. Además, unos 500 agentes federales de agencias como el FBI, ATF, DEA, ICE y los U.S. Marshals están siendo movilizados. La procuradora general Pam Bondi supervisará el Departamento de Policía Metropolitana durante este período. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, firmó la directiva para la activación de la Guardia. Estas fuerzas se enfocarán en patrullar, desmantelar campamentos y abordar amenazas inmediatas.
Verificaciones de datos revelan que las afirmaciones de Trump sobre un crimen “fuera de control” son exageradas, con homicidios reducidos en un 32% en 2024 y más en 2025. El crimen violento en general ha disminuido un 26% este año, alcanzando mínimos de 30 años. Los robos de autos se han reducido a la mitad desde su pico en 2023. Los datos locales contradicen la narrativa del presidente, atribuyendo alzas pasadas a desafíos de la era pandémica. Esta discrepancia ha alimentado acusaciones de motivaciones políticas detrás de la toma de control.
La alcaldesa de D.C., Muriel Bowser, y el fiscal general Brian Schwalb denunciaron la acción como sin precedentes e ilegal, enfatizando que no existe emergencia. Protestas estallaron frente a la Casa Blanca, con activistas calificándola como un “abuso fascista” del poder. Sin embargo, el sindicato de policía de D.C. dio la bienvenida al apoyo, afirmando que se necesita acción. Los demócratas en el Congreso podrían bloquear extensiones, destacando divisiones partidistas. Las implicaciones a largo plazo podrían redefinir las relaciones entre el gobierno federal y local en la capital.