Es mejor confesar que somos pendejos, que porfiar en necedades que lo confirman. Hermenegildo L. Torres.
En el breve letargo de los días con semáforo rojo la ciudad aguarda, pero las ambiciones políticas no dan tregua, los políticos se reúnen de forma furtiva, subrepticia, aunque al final del simposio siempre se convencen de consagrar el momento con una selfie grupal o la foto que será forjada con algún filtro para ser compartida en Instagram. Nada es lo que parece, todo es lo que se pretende.
La ciudad está deprimida, de por sí San Luis Potosí nunca fue la joven alegre de la cuadra, si acaso la beata de pelo recogido que asiste diariamente al rosario y come vegetales con tés, la anciana decrépita que renguea una pierna para mantener el balance al caminar y siempre tiene un reclamo en la punta de la lengua.
La ciudad triste y tullida de adoquines sueltos que entorpecen el tránsito, ahora vacía y silente. La pequeña urbe mantiene su ajetreo por la mañana, cuando los obreros se van hacia el oriente a buscarse y arriesgar la vida. Quien sabe si volverán. Como bien les pega el virus en el camión del transporte o un accidente fatal los tomará por sorpresa en el trayecto de su casa a la fábrica, que aunque cuenta como riesgo de trabajo, nadie en sus cinco sentidos piensa jamás en hacer uso de esa cláusula.
La ciudad que Ricardo Gallardo Juárez prometió “sacar del bache” y después sería sumergida en la ignominia por un groupie del “gallardismo”, quizás el más torpe y abyecto de los discípulos del “don Ricardo” como le llamaba Xavier Nava Palacios al “papá de los pollitos”. Basta recordar cuando arrojaba arengas al aire para exaltar a la multitud que les correspondía con excitada algarabía. Nunca tuvo Ricardo Gallardo Juárez un mejor personero que navita, el hijo putativo y fatuo que después lo traicionaría cuando los ventarrones arrearon y cada quien agarró sus mulas.
Después de la humillación, viene la calma, pero la muina no amaina, Xavier Nava saca las últimas cartas de la manga, pero ya no hay ases, sólo jotos, una reina de espadas y el dos de bastos. Se juega todo a una mano, el sábado 23 de enero Marko Cortés estuvo en San Luis Potosí, su agenda, hablar con el gobernador del estado Juan Manuel Carreras para intentar convencerlo de postular al alcalde con licencia para la reelección ahora por la coalición PAN – PRI – PRD -conciencia popular.
Es harto conocido que el güero Carreras es famoso por tragarse en la cena las sobras del desayuno, no pensaría jamás en compartir una posición política que asume le corresponde por derecho y menos para salvar una coalición que quien sabe si se sostenga más allá del papel que se registró en el consejo estatal electoral. Es cierto que el gobernador compró acciones en la empresa del candidato panista Octavio Pedroza Gaitán y mantiene a su hermano Daniel Pedroza como rehén o secretario de finanzas, pero no es la única opción en puja por el apoyo del gobernador priísta. Por primera vez en mucho tiempo, Carreras tuvo que ser muy claro y Marko Cortés se fue con cajas destempladas.
Marko Cortés nunca vino a levantarle la mano a Octavio Pedroza Gaitán, si acaso le obsequió tres palabras forzadas en un mensaje de Twitter, pero si vino a San Luis a gestionar un salvoconducto para Xavier Nava, está claro dónde están sus intereses. Lo que está a punto de sucederle al dirigente nacional del PAN es lo que un amigo llama el “vómito negro”, es cuando se debe reintegrar lo que ya considerabas tuyo por un favor que al final no se cumplió. Y se siente muy culero*.
*mancha, desgaste, parche o remiendo en la parte de la prenda que cubre las nalgas. RAE.*
Por lo visto, las cosas comienzan a tomar forma y cada quien comienza alinearse en el grupo que más le favorece, excepto el güero Carreras que continúa con sus veladoras encendidas en todas partes, lo peor para él, es que ya todos y todas lo saben. Bien le valdría consultar a la Sibila Cumana, los malos presagios preceden a la tragedia y hasta al presidente Andrés, en la que podría ser su última visita a San Luis Potosí, se le manifestó la enfermedad que agobia al mundo, una gira para olvidar. Tarde de perros en Soledad de Graciano Sánchez.
Andrés Manuel López Obrador se vio forzado por las “benditas redes sociales” aparecer en público a pesar de su convalecencia por COVID, el supuesto rumor de que habría sufrido una embolia o algún otro padecimiento derivado de su frágil sistema cardiovascular lo obligaron a quitarse las pantuflas y ponerse unos zapatos. Los malditos conservadores neoliberales haciendo de las suyas.
Por su parte en el PRI, quien parecía ser el joven aplicado del grupo se volvió loquito, Luis Mahbub, ex candidato y hasta hace unos días aspirante a la alcaldía de la capital por la coalición, comenzó a manifestar en público y en privado que su aspiración es la candidatura a gobernador de la alianza de partidos, después de un breve paseo por la Ciudad de México y donde fue recibido por los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD volvió poseído de una ambición insensata.
En su interpretación del convenio de coalición, su partido podría proponerlo para ir a una encuesta contra Octavio Pedroza y así obtener en definitiva un candidato de la coalición más extraña y antinatural de que se tenga memoria. Quien sabe que tendrá eso del poder, que a todos los vuelve locos, a muchos de ellos y ellas, incluso antes de tenerlo.
La verdad es que en el confuso convenio de marras, el PRD y conciencia popular se adhieren al candidato que emergerá del proceso panista, pero no existe ninguna cláusula que transforme en vinculante una encuesta para determinar al candidato de la coalición. Sin embargo, si establece que el PRI obtendrá un candidato propio que elegirá mediante el procedimiento estatutario de “convención de delegados”, hace poco fue el registro y acudieron algunas mujeres y hombres poco destacados que al no poder inscribirse, optaron por firmar un documento donde le dan la confianza al dirigente nacional Alejandro Moreno para que tome “la mejor decisión para San Luis”.
Al final, se entiende de una breve lectura del convenio que lo que prevalecerá es el acuerdo político, o sea, entiéndase por ello la opinión exclusiva de los dirigentes locales de los partidos, aunque en el caso del PRI ellos mismos le concedieron la facultad indelegable a su dirigente nacional para que designe hasta el último regidor suplente de la lista plurinominal en San Juan de Vanegas. De tal suerte que no es necesario que Elias Pesina, dirigente estatal del PRI, se levante de la cama donde convalece del COVID que le fue confirmado hace varios días. “Alito” Moreno decidirá por encima de la militancia priísta y los liderazgos que aguardan la famosa línea para irse a la cargada.
Sea pues Luis Mahbub, eres furcio y badulaque, bajo esa pose de petimetre se oculta un baladrón, en esto de la grilla sos pipiolo, no sea que por aparentar merluza, termines siendo un patoso.
@gandhiantipatro