Este jueves, entraron en vigor los nuevos aranceles “recíprocos” impuestos por la administración Trump a más de 60 países, elevándose considerablemente las tarifas aduaneras.
Los gravámenes ahora alcanzan hasta 50 %, como en el caso de Brasil, y una media del 15.2 %, según estimaciones de Bloomberg Economics.
Economistas y actores del sector advierten que, si bien podrían generar ingresos adicionales para Estados Unidos, también podrían alimentar la inflación interna y dañar a pequeños empresarios e importadores.
Se han comenzado a observar los primeros efectos adversos en diversos sectores, incluidos electrodomésticos y automóviles, con repercusiones inmediatas en los costos y la competitividad.