La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, hizo historia al asumir como la primera mujer en el cargo a la vez que remarcó la continuidad con su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, en una jornada emotiva en que delineó las prioridades de su sexenio.
“Amigas y amigos, el día de hoy inicia el segundo piso de la cuarta transformación de la vida pública de México”, expresó Sheinbaum en el Zócalo de Ciudad de México en referencia al movimiento político de López Obrador.
La primera mujer mandataria de México realizó un evento masivo en la mayor plaza pública del país, en el que leyó sus 100 puntos de gobierno, tras recibir en la Cámara de Diputados la banda presidencial de manos de López Obrador.
Sheinbaum prometió que en su gobierno respetará las libertades y negó que ocurra una “militarización” de la seguridad pública y un retorno a la “guerra contra el narco”, que, remarcó, inició el expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
“Les manifiesto: en nuestro gobierno garantizaremos todas las libertades, la de expresión, de prensa, de reunión, de movilización. La libertad es un principio democrático y nosotros somos demócratas, se respetarán los derechos humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo”, aseveró.
Asimismo, planteó impulsar políticas de igualdad de género, reforzar la subida del salario mínimo, reducir la jornada laboral a 40 horas y la apuesta por las energías renovables en el país.
La jornada estuvo marcada por el traspaso de poder de López Obrador con constantes referencias al presidente saliente; y un baño de multitudes tras la comida y recepción oficial en Palacio Nacional con la cerca de veintena de mandatarios, la mayor parte latinoamericanos, que acudieron a la ceremonia.
Entre los invitados al acto protocolario de Sheinbaum destacan los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Gabriel Boric; de Colombia, Gustavo Petro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Honduras, Xioamara Castro, de Dominicana, Luis Abinader; de Guatemala, Bernardo Arévalo; y la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.
En la tarde, Sheinbaum, recibió el tradicional bastón de mando de los 70 pueblos indígenas y la comunidad afromexicana, donde representantes de los pueblos originarios realizaron una limpia (ritual indígena de purificación) a la nueva presidenta.
Una de las representantes de los pueblos originarios, Ernestina Ortiz Peña, señaló a Sheinbaum como la esperanza y voz de los pueblos indígenas.
“Tú eres la voz de las que no tuvimos voz por mucho tiempo, eres la voz de nuestro pueblos, con dignidad eres la voz la esperanza que nosotros teníamos, las mujeres indígenas estamos de fiesta”, enfatizó.
El hecho de ser la primer mujer al frente de México tras 200 años de la república y los 500 años desde la conquista española, fue uno de los elementos más destacados entre sus simpatizantes.
“Estoy feliz, feliz porque muchas veces decimos si llega una llegamos todas, es una inspiración para todas nosotras como mujeres, tenemos la confianza de que haya más programas, más reconocimiento de nuestros derechos, que haya alguien que nos respalde”, afirmó, visibiblemente emocionada, Magda Morán, uno de las miles de simpatizantes congregadas para escuchar el discurso de Sheinbaum.
La presidenta de México aprovechó para anunciar la agenda de su primer día de trabajo oficial: conferencia matutina a primera hora siguiendo la estela de las conferencias de prensa “mañaneras” de López Obrador y viaje a Acapulco para supervisar la situación tras el embate del huracán John, que ha dejado una veintena de muertos.