El Hospital General de Ciudad Valles reportó la muerte de cuatro mujeres indígenas por cáncer de mama en lo que va del año, todas originarias de comunidades rurales de la Huasteca Potosina y con edades entre los 40 y 60 años. De acuerdo con el director del nosocomio, Jesús Guillén, ninguna de las pacientes había recibido atención médica previa y acudieron solo en etapa terminal, cuando solo fue posible brindarles tratamientos paliativos.
El funcionario señaló que, además de la falta de recursos médicos en algunas zonas, existen barreras culturales vinculadas al machismo, ya que en varios casos las mujeres no cuentan con autorización de sus parejas o familiares para acudir a revisiones médicas. Esta situación dificulta los diagnósticos tempranos y limita el acceso a tratamientos curativos como cirugía, quimioterapia o radioterapia.
Guillén destacó que, en contraste, durante este mismo periodo el hospital ha detectado entre seis y siete casos en etapas tempranas, gracias a mastografías realizadas en la unidad. Tras la detección, se solicitan biopsias que son enviadas a laboratorios en San Luis Potosí, lo que permite iniciar tratamiento en tiempo adecuado, ya sea en el propio hospital o mediante referencia al Hospital Central.
El director reiteró que el cáncer de mama es curable si se detecta a tiempo y llamó a iniciar chequeos a partir de los 40 años, así como a promover la autoexploración desde etapas reproductivas. Advirtió que mientras las mujeres enfrenten obstáculos para acceder a servicios médicos básicos, las muertes prevenibles continuarán, lo que convierte el problema en un tema no solo de salud pública, sino también de derechos y equidad.
