En una sesión celebrada el pasado lunes, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución que demanda un alto el fuego inmediato durante el mes de Ramadán, así como la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes, y la urgente necesidad de ampliar el flujo de ayuda humanitaria a Gaza.
La votación, que contó con 14 votos a favor, vio a Estados Unidos abstenerse, aunque no ejerció su poder de veto en contra de la medida.
Sin embargo, la propuesta no estuvo exenta de controversia. Rusia presentó una enmienda que buscaba fortalecer el lenguaje del texto original, particularmente en lo referente a la naturaleza “permanente” del alto el fuego. A pesar de los esfuerzos, la enmienda no logró ser aprobada debido a la falta de votos necesarios.
El embajador ruso, Vassily Nebenzia, expresó su descontento ante la modificación del texto original, argumentando que el reemplazo de la palabra “permanente” por un lenguaje más débil era inaceptable. “Todos recibimos instrucciones para votar por el texto que contenía la palabra ‘permanente’, y cualquier otra cosa podría interpretarse como un permiso para que Israel continuara sus ataques”, señaló.
Tras la aprobación de la resolución, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a su implementación. “El Consejo de Seguridad ha aprobado una resolución largamente esperada sobre Gaza, exigiendo un alto el fuego inmediato y la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”, declaró. “Esta resolución debe aplicarse. No hacerlo sería imperdonable”.