Un maestro de computación de la escuela Genovevo Rivas Guillén, en el barrio de San Miguelito, ha sido señalado como presunto responsable de abuso sexual contra una niña de segundo de primaria, además de otros cuatro casos en investigación. La comunidad escolar y la familia de la menor exigen justicia y la destitución de las autoridades directivas, a quienes acusan de encubrimiento.
La madre de la niña denunció que fue contactada por las autoridades de la escuela, quienes le informaron sobre la situación y le aseguraron que su hija no era la única afectada. Sin embargo, también reveló que le hicieron firmar un documento en el que describían a la menor como “niña precoz”, insinuando que su contexto familiar influía en su testimonio.
El informe del DIF estatal identificó a la directora María Magdalena Mendoza Vega y a la subdirectora Rocío Nieto como presuntas encubridoras del caso. Según la familia, la menor fue obligada a firmar un documento sin explicaciones ni asesoría legal. “Ella no es mayor de edad, pero la hicieron firmar algo cuando estaba vulnerable. Nos dijeron que era por su bien, pero ni siquiera nos dieron una copia”, denunció la abuela.
Ante la presión de los padres de familia, la dirección escolar informó que el docente ha sido separado del cargo mientras se desarrollan las investigaciones. Sin embargo, algunas madres han acudido a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes para presentar sus propios señalamientos.
La familia de la menor ha señalado el impacto emocional que ha tenido el caso en la niña y han manifestado su preocupación por la respuesta de la escuela. “Nos preocupa que no solo él siga aquí, sino también quienes lo protegieron. Si la directora y la subdirectora permitieron esto, ¿qué más han permitido?”, expresó la abuela.
El caso sigue en investigación y el maestro enfrenta medidas cautelares aplicadas por el SEER. La familia insiste en que no cesarán en su exigencia de justicia y de que se garantice la seguridad de todas las niñas en la escuela.