TIERRA NUEVA. – El Pueblo Mágico de Tierra Nueva se tiñe de melancolía tras la partida de Don Candelario Río Hernández, el personaje icónico de la presa La Muñeca. Durante más de 35 años, Don Candelario fue parte del paisaje, ofreciendo paseos en su pequeña lancha a turistas y excursionistas locales, compartiendo historias que solo él conocía a la perfección.
Siempre amable, dispuesto a relatar anécdotas del lugar, Don Candelario llevó a propios y extraños a recorrer las aguas de La Muñeca, guiándolos hasta donde apenas sobresale la torre de la iglesia, aquella que quedó sepultada bajo el agua cuando se construyó la presa. Su presencia era sinónimo de calidez y sabiduría, un verdadero guardián de la historia local.
Su fallecimiento, ocurrido la semana pasada, ha causado consternación entre los habitantes de Tierra Nueva. “Era más que un lanchero, era parte de nuestra identidad”, mencionan con tristeza quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo. Don Candelario no solo navegaba las aguas, sino también los recuerdos y la memoria colectiva de la comunidad.
Hoy, la presa La Muñeca luce distinta, sus aguas reflejan el vacío de su ausencia. Los habitantes recuerdan con nostalgia aquellos paseos llenos de historias, risas y la inconfundible voz de Don Candelario que relataba el pasado con tanta pasión.
Tierra Nueva despide a uno de sus más entrañables personajes, con el deseo de que su legado perdure en la memoria de todos aquellos que alguna vez subieron a su lancha y escucharon sus relatos bajo el sol de la sierra.