Las autoridades estadounidenses decomisaron más de 10 millones de dólares en criptomonedas vinculadas al Cártel de Sinaloa durante un operativo en Miami realizado por la DEA y el FBI, en el marco de una ofensiva nacional contra el narcotráfico y el lavado de dinero.
El decomiso se sumó a un amplio cuadro de incautaciones que incluyó 44 millones de pastillas de fentanilo, 4 500 libras de fentanilo en polvo y casi 65 000 libras de metanfetamina, además de más de 201 500 libras de cocaína, según el Departamento de Justicia estadounidense.
El administrador interino de la DEA, Robert Murphy, señaló que estas acciones muestran una estrategia de “golpear a los cárteles donde más duele”, apuntando no solo a drogas y armas, sino también a sus redes financieras, incluyendo activos digitales.
El caso en Miami forma parte de una campaña denominada “Operation Take Back America”, que ha logrado desmantelar laboratorios, redes de distribución y rutas de financiamiento ilícito en Estados Unidos. En ciudades como Georgia, California y Texas también se retiraron grandes cantidades de drogas durante esta ofensiva.
El uso de criptomonedas por parte de los cárteles representa un desafío creciente para las autoridades, pues permite el lavado de dinero a escala global. No obstante, la capacidad de rastreo y congelamiento de estos activos demuestra que las agencias siguen ampliando sus herramientas contra el crimen organizado.
Conclusión: el decomiso de activos digitales marca un hito en la lucha contra la financiación del narcotráfico, evidenciando la sofisticación de las mafias y la respuesta coordinada de las autoridades para mermar sus canales de guerra económica.
