La ciudad de San Luis Potosí enfrenta un severo desbalance en la disponibilidad de áreas verdes, lo que genera problemas ambientales y urbanos significativos, según Carlos Renato Ramos Palacios, investigador de la Facultad del Hábitat de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
El investigador señaló que las principales fuentes de contaminación del aire en la zona metropolitana son las plantas industriales, el parque vehicular y las ladrilleras. Esto se agrava con el crecimiento urbano desmedido, que reduce los espacios de suelo natural. Ramos Palacios destacó que “El suelo natural en la ciudad que lo podemos ver en pastizales, cultivos agrícolas, lomeríos y terrenos baldíos tienen importantes efectos. Estas zonas, aunque no provean de gran vegetación son sitios de absorción de agua de lluvia, pero también tienen procesos energéticos y ambientales favorables para el ambiente de la ciudad”.
En contraste, las áreas verdes urbanas ofrecen beneficios tanto sociales como ambientales, pero en San Luis Potosí su cantidad es insuficiente para enfrentar problemas como las altas temperaturas y la mala calidad del aire. Los resultados de la Agenda Ambiental de la UASLP indican que los parques urbanos existentes, incluidos los parques Tangamanga, no son suficientes para mitigar los impactos ambientales que afectan a la ciudad.
Ramos Palacios subrayó que, según la literatura especializada, solo los parques grandes con amplia cobertura arbórea pueden ofrecer servicios ambientales significativos. Sin embargo, este tipo de espacios son escasos en la capital potosina.
Ante este panorama, el investigador hizo un llamado a priorizar la creación y mantenimiento de áreas verdes, destacando su papel crucial en la sostenibilidad urbana. Sin estas acciones, la ciudad continuará enfrentando los retos derivados de su crecimiento y de la insuficiencia de espacios naturales.