Xilitla, conocido por su exuberante naturaleza y la enigmática creación de Edward James, el Jardín Escultórico, ahora tiene un nuevo motivo de celebración: “La Cimbrateca”. Este espacio recién inaugurado es mucho más que una adición al paisaje; es un portal hacia el pasado, un homenaje a los artesanos locales cuyas manos hábiles dieron vida a las formas surrealistas que adornan el jardín.
En el corazón de “La Cimbrateca” yace una colección invaluable de moldes y cimbras, testigos mudos del proceso creativo que transformó la visión de Edward James en realidad. Estas piezas, meticulosamente conservadas, son el testimonio tangible del esfuerzo y la destreza de los artesanos de Xilitla, cuya labor ha perdurado a través del tiempo.
Pero “La Cimbrateca” no es solo un museo estático; es un lugar de encuentro entre el pasado y el presente, entre la comunidad local y los visitantes. Aquí, los restauradores de la fundación comparten su conocimiento y pasión, creando una experiencia turística cultural única. Además de deleitarse con la belleza del jardín, los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en la historia y el legado de esta tierra, conectando con su patrimonio de una manera profundamente significativa.
En un mundo donde la cultura y las artes a menudo luchan por encontrar su lugar en la vorágine de la vida moderna, “La Cimbrateca” emerge como un faro de esperanza. No solo preserva y protege la obra de Edward James, sino que también fomenta la apreciación de la cultura y las artes entre las nuevas generaciones. Es un recordatorio de que el verdadero valor de una obra de arte no reside solo en su estética, sino también en la historia y el contexto que la rodean.
Así que, la próxima vez que visites el Jardín Escultórico Edward James, asegúrate de explorar “La Cimbrateca”. Deja que los investigadores te guíen a través de un viaje fascinante a través del tiempo y el arte, donde cada molde y cada cimbra cuentan una historia de creatividad, dedicación y conexión humana.