Los pasos en falso
Porque en un breve epigrama, dije de él que era un cornudo, en mi sangre, el testarudo, quiere vindicar su fama. Bretón De Los Herreros.
Ahora que la pandemia es un ingrato recuerdo y retomamos nuestra vida donde nos quedamos, los potosinos como cualquier habitante de este planeta buscan pequeños instantes de evasión de la realidad. Los antros se llenan de jóvenes impetuosos y con su exorbitante algarabía inundan las calles de la ciudad con gritos, risas y jolgorio. Las madres y padres se despreocupan y las autoridades alientan a los ciudadanos a reactivar la economía. Como si poner en marcha la maquinaria dependiera de embrutecerse con alcohol y vomitar las banquetas de la ciudad.
En fin, ya se acerca la feria nacional potosina (FENAPO) y el gobernador se ha involucrado personalmente en revisar el cartel que disfrutarán los potosinos. Ese pequeño lapsus de diversión minuciosamente preparado permitirá mantener el estado catatónico de los humanos mexicanos que podrán disfrutar de la primera feria totalmente gratuita en la historia de San Luis Potosí. Tal parece que con el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona la diversión nunca se acaba, ya terminó de hacer mejoras en el parque Tangamanga I y ahora piensa construir un campo de golf en las instalaciones del viejo aeropuerto ahora conocido como parque Tangamanga II.
Para los potosinos que nunca aspiraron siquiera a trabajar como caddie en cualquiera de los campos existentes en la ciudad, ahora sabrán por primera vez en su vida lo que es pisar un green, ¿y por qué no?, quizás hacer un hole in one. Pero en algún momento tenemos que ponernos serios, quizás tanta felicidad pueda hacernos daño, porque para eso de andar de mitoteros siempre estamos puestos. Ya cuando hay que ponerse a trabajar, cualquiera se siente enfermo. Tal vez el gobernador no se ha puesto a pensar que ser el más querido, también es peligroso si se logra a base de regalos. Es como cuando de niños querían que su madre les comprase algún juguete cada que daban una vuelta al tianguis.
Aunque hay que darle la razón al impulsivo gobernador, los problemas de los potosinos no se van a resolver ni aunque se ponga administrar con rigidez y austeridad los dineros. Ni la deuda va bajar significativamente, ni se va acabar la “herencia maldita” (como él le llama a los crímenes sin castigo de los sexenios anteriores), ni la delincuencia va bajar un punto en el índice de criminalidad por mucho que le metan dinero, inteligencia, equipamiento y ganas.
Lo único que se puede hacer es retomar esa bonita costumbre y muy típica del mexicano para enfrentar cualquier problema, negar y olvidar y para ello solo es necesario distraer la atención. No es necesario tampoco tanto esfuerzo, somos muy “facilotes” en eso de abstraernos. Si a veces “nomás” con que nos hagan cosquillas, o que nos platiquen un buen chisme, como que el ex alcalde Xavier Nava Palacios se fue a la feria de San Marcos con una señora (que no era su señora) y se le vio bailando muy alegre. Para la mojigatería potosina pues, ahora sí han tenido mucho de qué decir los Meade.
“Pobre de su esposa Nancy, -me dijo doña toña la juguera de mi colonia pobre- ella siempre tan bonita, tan chapeada, aquí la llegamos a ver cuando una vez trajo despensas y ahora con este problema, ojalá su marido recapacite y se perdonen, porque lo primero son los niños”. Creo que debo venir más seguido a mi puesto de bebidas energéticas porque el pulso de la grilla potosina, está ahí y no en los cafés políticos como antaño.
Desde que las redes sociales invadieron nuestra vida y la intimidad del cotilleo, todo se ha modificado exponencialmente. Ahora no se tardan en llegar los rumores, a la cónyuge ofendida, ya no pasa la vecina a contarle con sutileza lo que se dice por los correderos como antaño, ahora se mandan el video casi en el instante que aconteció. De verdad que ya no hay moral.
Lo que sí queda claro es que tanto el alcalde Enrique Galindo Ceballos como el gobernador Ricardo Gallardo Cardona han amenazado al ex presidente municipal Xavi Nava con sendas denuncias por corrupción pero, fuera de dos o tres declaraciones beligerantes el tipo anda bien campante en la feria de San Marcos.
El balón está en la cancha del ayuntamiento pero hasta el momento no existe ningún tema que preocupe. O el ex tesorero Rodrigo Portilla fue muy hábil escondiendo la “excrementina” debajo de la alfombra, o los funcionarios municipales de Enrique Galindo han sido francamente incompetentes para encontrar la hebra en esa gigantesca madeja de corrupción. Casi que ya se les está agotando el tiempo perentorio para sacarle raja política al tema. Dentro de muy poco andarán de la greña o cazando en manada los priístas y los verdes.
El gobernador Ricardo Gallardo utiliza la fiscalía general del estado (tan independiente ella) para acorralar funcionarios de primer nivel del gobierno anterior. Él mismo reconoció recientemente que en algunas de las denuncias presentadas, los jueces de control les han corregido la plana por ser de tipo administrativa la falta, pero aún así, insiste y persiste en su empeño de ir por los servidores públicos al menos como un acto de molestia. No importa si luego algún juez de control o de distrito los libera, al menos ya supieron lo que es estar encerrados.
Se habla de que algunos como Leopoldo Stevens buscan la vía correcta para llegar a un acuerdo económico. Los hijos dicen que ya no aguanta un susto y por eso lo tienen por ahí guardado fuera del estado mientras encuentran la vía correcta para un trato extrajudicial.
El problema es que que quien diseñó la hoja de ruta del gobernador Gallardo estableció premisas ineludibles y es precisamente el hecho de que la gente se entere cuan corrupto fue el gobierno de Juan Manuel Carreras y como dejaron endeudado al estado la razón primordial para sostener su dicho. No importa si los acusan de haberse robado una caja de aspirinas o un costal de cemento. ¿Qué caso tendría hacer una lista negra si al final no se cumple el objetivo?
Y es ahí donde precisamente el ayuntamiento viene rezagado, ni siquiera porque saben que van a contar con la colaboración de la fiscalía general del estado han logrado acumular los elementos de prueba suficientes para presentar denuncias de tipo penal contra funcionarios navistas. Ni siquiera porque el gobernador y el alcalde comparten la misma animadversión por el Xavi Nava. Vamos, a cinco meses de que concluya el primer año de la administración municipal, ni siquiera hay algún procedimiento administrativo en la contraloría municipal que le quite el sueño al risueño Xavier Nava.
Por eso Xavier Nava anda por ahí refocilándose como un adolescente y se regodea, otra cosa son las explicaciones que tenga que dar en su casa, tal vez y hasta por ahí va el acuerdo, nada más no te exhibas. Si en el ayuntamiento de la capital no salen de esa pachorra institucional, entre bostezo y suspiro se les va ir la oportunidad de demostrar su dicho y si algo queda del tiempo, es que no regresa.
@gandhiantipatro