Recientes cambios en el Senado han modificado el equilibrio de fuerzas políticas en México. La senadora Araceli Saucedo y el empresario José Sabino Herrera, ambos previamente afiliados al PRD, se han unido al grupo parlamentario de Morena, acercando a este partido a la mayoría calificada en el Senado. Este movimiento ha generado debates debido a la posible vinculación de estas decisiones con promesas de candidaturas a gubernaturas.
Araceli Saucedo, con una trayectoria en el PRD de Michoacán, decidió sumarse a Morena luego de que se le ofreciera ser la candidata a la gubernatura de Michoacán en 2027, respaldada por una coalición que incluiría al partido en el poder. Esta decisión ha sido motivo de debate dentro del PRD, especialmente tras confirmarse que la oferta fue discutida con Claudia Sheinbaum.
José Sabino Herrera, empresario de Tabasco y exalcalde de Huimanguillo, también dejó el PRD para unirse a Morena. Su relación con Adán Augusto López, exgobernador de Tabasco y próximo líder de Morena en el Senado, influyó en su decisión. Se reporta que Herrera habría sido persuadido con la promesa de una candidatura a la gubernatura de Tabasco.
Las reacciones han sido diversas. Juan Manuel Fócil, exsenador del PRD, expresó su desacuerdo con las decisiones de Saucedo y Herrera, señalando que estos movimientos podrían interpretarse como un intercambio de convicciones políticas por poder. Según Fócil, estos cambios reflejan desafíos en la política mexicana.
Con la incorporación de Saucedo y Herrera, Morena está cerca de alcanzar la mayoría calificada en el Senado, lo que le permitiría avanzar en su agenda legislativa, incluida la implementación del Plan C propuesto por Sheinbaum. Este suceso ha generado un debate sobre las prácticas políticas en el país y sobre cómo se configuran las alianzas en el contexto actual.
