El alcalde de Catorce, Juan Francisco Javier Sandoval Torres, mejor conocido como el “Viejito Verde”, vuelve a generar controversia al sumarse al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), movimiento que antaño criticó con dureza. Este giro político refuerza la percepción de que en su gestión pesan más los intereses personales que las convicciones ideológicas.
Sandoval Torres inició su carrera en la presidencia municipal de Catorce arropado por Nueva Alianza (Panal), pero su paso por este partido fue fugaz. Apenas asumido el cargo, decidió cambiar de filas, uniéndose a Morena, donde incluso ostentó el título de Líder Regional de la Cuarta Transformación en el Altiplano Potosino. En aquel momento, su relación con el Partido Verde estaba marcada por un profundo rechazo: en plena campaña, acusó a la anterior administración, liderada por Guadalupe “La Chiquis” Carrillo, de corrupción y saqueo.
“No necesito de la política para enriquecerme”, aseguraba entonces, al mismo tiempo que prometía “hacer justicia” y “limpiar el municipio”. Su discurso opositor se ganó la confianza de muchos catorceños, quienes veían en él un candidato comprometido con un cambio real.
Sin embargo, este 14 de noviembre, Ignacio Segura Morquecho, dirigente estatal del PVEM, anunció con entusiasmo la adhesión de nuevos alcaldes a su partido, destacando a Sandoval Torres entre ellos. Enfundado en una chamarra verde y con una amplia sonrisa, el alcalde oficializó su incorporación, dejando atrás su pasado crítico hacia el PVEM.
La incongruencia no ha pasado desapercibida para los ciudadanos, quienes cuestionan las verdaderas motivaciones detrás de su decisión. Lo que un día fue rechazo y burla hacia los “verdes”, hoy se convierte en alianza y respaldo.
Con cada cambio de partido, Javier Sandoval Torres parece alejarse más de las promesas hechas a los catorceños que lo llevaron al poder. Su apodo, el “Viejito Verde”, cobra un nuevo significado: el símbolo de una política local marcada por la falta de compromiso y la facilidad para traicionar ideales en pos de conveniencias personales.