Ciudad Maderas
InicioInformación GeneralQué verde era mi valle
San Luis Capital

Qué verde era mi valle

Un político hará cualquier cosa para conservar su puesto, incluso, se convertirá en un patriota. William Randolph Hearst.

Gobierno Estatal SLPGobierno Estatal SLP
San Luis Capital

Comenzaron las campañas para la alcaldía de la capital, un par de eventos buenos donde cada bando se esmeró en tomar las mejores fotografías y videos para después exagerar la concurrencia y presumir en redes sociales sus chorrocientos mil asistentes. Tampoco es para tanto, se les olvida que la matemática es más precisa que la percepción y no hay nada más engañoso que la perspectiva y el ojo humano, máxime si está contaminado con una dosis de entusiasmo y emotividad. En una campaña política lo peor que puede suceder es engañarse a uno mismo y confiar en el espejismo de los deseos. Las elecciones en México no las gana quien puede ayuntar más gente en la campaña, sino quien puede comprar más votos y para eso hacen falta solo dos cosas: dinero, y una estructura de personas bien organizadas y con pocos escrúpulos.

La gente se hizo muy mañosa -es de lo que se quejan los políticos de ahora. La gente ya no es pendeja -dijo el otro. Y es verdad que la mayor parte de los electores ven la democracia como un mero intercambio de valores, hay dos productos primordiales, la participación en eventos públicos y obviamente el voto efectivo, depositado en la urna y registrado en un acta. Para ello, en México hemos hecho escuela, es increíble lo expertos que nos hemos vuelto en eso de manipular al elector, las tácticas para adquirir su confianza con dádivas y sobornos disfrazados de “apoyos sociales”. El mexicano promedio tiene una fascinación por lo gratuito, la oferta y el descuento, el 2 x 1, “llévese 2 y la tercera no le cuesta nada”, somos un pueblo de miserables. La gente ve una fila y se forma, después preguntan qué están regalando.

Después de los apoteósicos arranques de campaña de Sonia Mendoza Díaz y Enrique Galindo Ceballos, puros eventos pedorros, se nota el hambre y la necesidad, la avaricia y la mezquindad. La pobreza moral y económica se ve reflejada en las campañas, el discurso anémico, lánguido, enjuto. Los políticos de ahora ya no tienen que ser elocuentes oradores, vamos, ni siquiera tienen que hablar con la verdad o ser congruentes, todos repiten hasta la náusea las mismas falacias que sus contrincantes. Luego están los candidatos que ante la imposibilidad de obsequiar despensas por falta de presupuesto optan por dar pena ajena, ahí tenéis a Sebastián, el candidato del movimiento naranja. A lo más que le dio a su equipo de campaña fue para organizar un patético desfile e incursionar en la unidad administrativa municipal para romper con la parsimonia de los burócratas de “la ciudad del SÍ”. Alguien que le avise a ese payaso que tres tambores no hacen una batucada.

Existe el riesgo de que el Partido Conciencia Popular supere al Movimiento Ciudadano en votos a pesar de no tener candidato presidencial, ni senadores, y tampoco candidatos a diputados federales. José Luis Chalita Manzur es un personaje conocido por presidir la asociación “Vive tu Centro”. El candidato del PCP pertenece al sector de los comerciantes establecidos y hay que reconocer su empeño en querer hacer una campaña digna a pesar de las desiguales condiciones de competencia de nuestro sistema democrático. Otros dicen que el vato está “chisqueado” y que el día menos pensado va a reventar, pues tiene intempestivos cambios de carácter, más o menos igual que el presidente del PCP Oscar Carlos Vera Fabregat quien busca llegar por enésima ocasión al congreso del estado como primero de la lista plurinominal.

Hace tres años una resolución del tribunal electoral le impidió a Óscar Vera continuar con su racha ganadora por una interpretación machorra de algo de la igualdad de género. Claro que entonces no sabíamos que los hombres se podían registrar como mujeres y que solo bastaría con ponerlo por escrito para saltarse las mentadas acciones afirmativas. Eso lo recién descubrimos ahora que algunos candidatos alcaldes decidieron salir del clóset y “de la noche a la mañana” se despertaron con una sensación extraña, algo que les decía que eran una delicada y sensible mujer atrapada en el cuerpo de un macho mexicano promedio. Al menos eso decía el boletín oficial que dio fe y constancia de los hechos. Habría que ir a ver cómo van las campañas en Villa de Arista, Vanegas y Venado, me preocupa que vayan a sufrir algún tipo de discriminación esas candidatas. Desde aquí mi solidaridad y apoyo para José Reyes Martínez Rojas, Daniel Alfonso Zavala de la Rosa y Roberto Carlos Medina Hernández, ojalá pronto también puedan cambiarse el nombre para que no tengan que padecer más tiempo ese terrible apelativo andrógino.

Volviendo a la capital del estado y precisamente con los dos aspirantes que tienen posibilidades reales de ganar, hay muchos rumores, algunos apuntan a un supuesto arreglo entre el maestro Enrique Galindo y el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona para dejarlo pasar a cambio de intercambiar votos al senado para su esposa Ruth González que encabeza la fórmula del Partido Verde. Sin embargo, la esposa de Galindo también forma parte como suplente de la fórmula de la coalición “fuerza y corazón”, (PAN – PRD – PRI) y yo creo que doña Estela Arriaga no le perdonaría al maestro semejante traición, por eso no es bueno involucrar a la pareja en los negocios y aventuras de uno, a veces estorban para hacer negociaciones maquiavélicas que podrían salvar vidas. Por su parte el gobernador no reconoce jamás que esté preocupado, (al menos no en público) pero se sabe que en privado ya hizo responsables a varios de sus subordinados si su esposa pierde con Morena. Después de la elección rodarán cabezas.

Por su parte el maestro Enrique Galindo Ceballos no tiene a quien culpar, él toma casi todas las decisiones, el ejército de orcos y macacos que se compró en Marketplace solo obedece y aplaude. Su triunfo depende en gran medida de que los panistas le vuelvan a obsequiar los noventa mil votos de la elección pasada, aunque la dirigencia actual no tiene la mínima idea de dónde están, quiénes son o donde viven. Hace nueve años esos panistas capitalinos veleidosos y caprichudos le negaron el triunfo a Sonia Mendoza en su aventura para gobernador, ochenta mil fue la cifra máxima y tanto Xavier Azuara como ella vieron frustradas sus aspiraciones. Y eso que eran los años gloriosos en que Sonia Mendoza controlaba el partido, pero no el panismo.

Bien le valdría a Enrique Galindo adentrarse en el estudio del panismo y las desventuras pasadas para no repetir la historia. En tiempos de crisis no se hacen experimentos y él todavía debe repetir de mínimo los 40 mil del PRI y a ver qué aporta el PRD, aunque la verdad ya nadie quiere rayar esos dos logotipos, ni siquiera en la secrecía de la mampara. A la gente le da prurito ver en la boleta el ícono del otrora “partido de las mayorías” y nadie va a poner la crayola encima a menos que algún benefactor ponga en sus manos quinientos del águila. Tal vez la estrategia de divulgar encuestas con anticipación donde el candidato va ganando de calle no sea la mejor, porque luego la gente que debería estar preocupada por conservar su empleo se echa a la hamaca a esperar el momento del triunfo para ir a besar la mano del jefe recién reelecto.

@gandhiantipatro

spot_img
La Playita Restaurante

Deja un comentario

Ciudad Maderas
Abogados y Asociados SLP
Gobierno Estatal SLP
spot_img
Soledad de Graciano Sanchez
spot_img
spot_img
Trituradora la Concha
spot_img
Gobierno Estatal SLP
Gobierno Estatal SLP