El rector de la Universidad Politécnica de San Luis Potosí, Néstor Eduardo Garza Álvarez, reveló que las aportaciones estatales que debían haberse destinado a la universidad desde su creación hasta 2021 no fueron entregadas. Este desvío, que él atribuye al periodo de la “herencia maldita”, dejó a la institución con un déficit de casi 100 millones de pesos, afectando su desarrollo académico y su capacidad de responder a las demandas de la industria local.
Garza Álvarez señaló que esta falta de financiamiento ha obstaculizado la expansión de programas de posgrado y el crecimiento en áreas clave como la formación de docentes e investigadores. Esta situación, agregó, repercute también en la inserción laboral de los egresados, especialmente en sectores donde la demanda de ingenieros ha aumentado, como se evidenció en el reciente “open house” de BMW.
De cara a esta problemática, Garza Álvarez anunció que revisará a fondo el uso de los recursos actuales, con el objetivo de dirigirlos hacia áreas estratégicas. Con planes para iniciar programas de posgrado, cursos de educación continua y diplomados, el rector busca fortalecer la oferta educativa y crear un vínculo más sólido entre la universidad y el sector empresarial. “establecer una estrecha alianza con la Secretaría de Desarrollo Económico, con las Direcciones de Fomento Industrial, de Emprendimiento, de Mejora Regulatoria, para que podamos facilitarles a los empresarios potosinos que le apuestan en San Luis Potosí, que encuentren personal calificado y que sean escuchados para la toma de decisiones, que es algo que se perdió”, afirmó.
El rector también explicó que la universidad cuenta con una Área de Prácticas, pero que actualmente son los estudiantes quienes deben buscar oportunidades de práctica por su cuenta. Su meta, indicó, es crear una red sólida de colaboración con empresas para aumentar la colocación de los egresados. “desde la universidad tenemos que ser facilitadores, que no se les deje a los estudiantes a su suerte, denme un año para llevar el nivel de colocación de la universidad politécnica por arriba de un 90 por ciento”, concluyó Garza Álvarez.