El Gobierno de San Luis Potosí intensificó su estrategia de seguridad en los municipios que colindan con Zacatecas, Nuevo León y Guanajuato, con el fin de contener la expansión de grupos criminales que operan en esas entidades y buscan refugio en territorio potosino, fenómeno conocido como “efecto cucaracha”.
El secretario general de Gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, informó que se han desplegado nuevas compañías de la Guardia Nacional en zonas clave como Matehuala, Charcas, Zaragoza y Salinas. Este blindaje forma parte de una coordinación estrecha con la Federación, respaldada por gestiones del gobernador Ricardo Gallardo ante instancias federales.
Los municipios del norte del estado, como Santo Domingo y Villa de Ramos, enfrentan un riesgo particular por su cercanía con regiones de alta criminalidad. Ante ello, se reforzó la presencia del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional, con patrullajes permanentes para frenar la movilidad de células delictivas que cruzan las fronteras estatales.
Además, se instalarán entre 20 y 25 arcos de seguridad en carreteras de acceso a San Luis Potosí, equipados con tecnología de reconocimiento facial y conexión directa con bases de datos criminales. Esta medida permitirá identificar y detener a personas con antecedentes desde su ingreso a la entidad.
El plan incluye la adquisición de un nuevo helicóptero de vigilancia y vehículos tácticos para mejorar la capacidad de respuesta de las fuerzas de seguridad en cada zona del estado. A la par, se aplican controles internos como exámenes toxicológicos y pruebas de confianza para depurar las corporaciones municipales, como ya se ha hecho en Villa de Reyes.