En una final vibrante disputada ayer domingo en Wimbledon, Jannik Sinner remontó una desventaja inicial para derrotar 4‑6, 6‑4, 6‑4, 6‑4 a Carlos Alcaraz y consagrarse campeón por primera vez en el célebre torneo británico. El italiano, de sólo 23 años, sufrió la derrota en el primer set, pero equilibró el encuentro con agresividad y solidez física, logrando su cuarto título de Grand Slam.
La victoria es especialmente significativa ya que cortó la racha de Alcaraz, quien llegaba como bicampeón y había derrotado a Sinner en la final de Roland Garros hace un mes. El italiano resistió el fuerte inicio del español y, con un tenis agresivo en puntos clave, emergió vencedor en un duelo que se definió en la resistencia mental de ambos.
Además de coronarse como primer italiano ganador de Wimbledon, Sinner recortó distancias en la carrera por el año‑número uno del ranking ATP. Ahora se encuentran separados por apenas 1 540 puntos, lo que convierte este duelo en el más intenso duelo generación desde Federer‑Nadal.
Para Alcaraz, la derrota representa su primera final de Grand Slam perdida. Aun así, mantiene un total de cinco grandes en su vitrina y una destacada temporada, incluido un histórico título en Roland Garros. Por su parte, Sinner refuerza su condición de principal escolta y rival directo del joven español.
Este enfrentamiento se suma a una de las mayores series de rivalidades de la historia reciente: dos finales consecutivas de Grand Slam entre los dos primeros tenistas del mundo. El relevo en el tenis masculino sigue en marcha, y la atención se traslada ahora a la gira norteamericana de Masters 1000 y el calendario en pista dura de cara al final de temporada.