La compañía de Elon Musk buscaba recuperar por primera vez el cohete completo; el propulsor se destruyó en el Golfo de México
Con una gran expectativa en torno a su décima primera misión de prueba, la compañía SpaceX logró este lunes el lanzamiento exitoso del Starship, la nave más poderosa jamás construida, aunque el intento de recuperar el propulsor terminó en explosión minutos después del despegue.
El lanzamiento se efectuó a las 17:14 horas (18:14 hora de la frontera) desde las instalaciones de Boca Chica, Texas, sin complicaciones en la fase inicial. El Starship, diseñado para misiones interplanetarias y futuros viajes a la Luna y Marte, alcanzó una trayectoria estable durante los primeros minutos de vuelo.
OBJETIVO: RECUPERAR EL COHETE COMPLETO
La misión tenía como propósito principal lograr por primera vez la recuperación completa del cohete, es decir, tanto del propulsor como de la nave superior. SpaceX buscaba que el propulsor acuatizara de forma controlada en el océano Índico, mientras la nave completaba su trayectoria suborbital.
Sin embargo, a las 18:30 horas (19:30 hora de la frontera), el propulsor explotó y cayó al mar en el Golfo de México, donde se reportó una segunda detonación, según los registros del sistema de monitoreo de vuelo de la empresa.
EVALUACIÓN Y ANÁLISIS TÉCNICO
A pesar del incidente, SpaceX calificó el lanzamiento como un avance significativo en el desarrollo del sistema Starship, que sigue en fase experimental. Los ingenieros de la compañía analizarán los datos de vuelo para determinar las causas exactas de la explosión del propulsor y ajustar los protocolos de recuperación.
El fundador y director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, no emitió comentarios inmediatos tras la prueba, aunque en lanzamientos anteriores ha reiterado que los fallos parciales son parte del proceso de aprendizaje hacia la reutilización total de cohetes de gran potencia.
EL FUTURO DE STARSHIP
El Starship, compuesto por la nave superior del mismo nombre y el propulsor Super Heavy, es el vehículo clave en los planes de colonización lunar y marciana impulsados por SpaceX. Con una altura total de 120 metros, es el cohete más alto y potente del mundo, capaz de transportar hasta 150 toneladas de carga útil.
Aunque el intento de recuperación total fracasó, la empresa destacó que la fase de lanzamiento y separación se desarrolló con éxito, consolidando un nuevo paso hacia su objetivo de reutilización total de vehículos espaciales.
Con esta prueba, SpaceX continúa acercándose a la meta de realizar vuelos orbitales regulares y misiones tripuladas con el Starship en los próximos años, dentro de su alianza con la NASA para futuras misiones lunares del programa Artemis.