Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, condenó enfáticamente el asesinato del periodista mexicano especializado en seguridad, Víctor Alfonso Culebro. El cuerpo del informador, que mostraba signos de tortura, fue encontrado el 28 de junio en el arcén de una carretera en el estado sureño de Chiapas, fronterizo con Guatemala, tras haber sido reportada su desaparición el día anterior.
En un comunicado oficial, la UNESCO expresó su indignación y demandó que los responsables de este crimen sean llevados ante la justicia. Azoulay destacó el papel esencial del periodismo en proporcionar información crucial a la ciudadanía y subrayó la urgencia de implementar mecanismos de protección efectivos para garantizar la seguridad de los profesionales del sector.
El portal en Facebook dirigido por Culebro, ‘Realidades’, se especializaba en temas de seguridad, disputas criminales vinculadas al turismo y desplazamiento de familias en la región. Su trágico caso se suma al Observatorio de Periodistas Asesinados de la UNESCO, que registra los ataques mortales contra periodistas en todo el mundo desde 1993.
Según datos recientes de la UNESCO, este año se han reportado 29 periodistas asesinados a nivel mundial hasta el 8 de julio de 2024, con 7 casos en América Latina y el Caribe, y 2 en México específicamente. Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador hasta abril pasado, 37 periodistas perdieron la vida, cifra cercana a los 38 asesinatos registrados bajo la administración de Enrique Peña Nieto entre 2012 y 2018.
Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) han criticado al actual gobierno mexicano por su incapacidad para cumplir la promesa de poner fin a los homicidios de periodistas, señalando un discurso hostil hacia los medios de comunicación. Los años más peligrosos para los periodistas en México en las últimas tres décadas fueron durante el mandato de Felipe Calderón (2006-2012), con 51 casos registrados.
Los estados de Guerrero, Veracruz y Tamaulipas han sido identificados como los más peligrosos para los periodistas en México desde 1995, reflejando la preocupante situación de seguridad que enfrentan los profesionales de los medios en el país.