SANTA MARÍA DEL RÍO, S. L. P. – Con un regaño, en privado, ni siquiera público, la actual legislatura del Congreso del Estado “sancionó” al exalcalde priísta de Santa María del Río, Israel Reyna Rosas, por no haber dado cumplimiento a una resolución del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa (TEJA). La fracción parlamentaria del PRI se abstuvieron de votar a favor de que fuera amonestado
La sanción, que se dio en sesión privada por mayoría de votos, con la abstención de los diputados del grupo parlamentario del PRI, se derivó del incumplimiento a una sentencia del TEJA, emitida en febrero del 2017 a favor de Consuelo Magdalena Salazar Licea, y que Israel Reyna no atendió. Al mismo Israel Reyna se pretendía inhabilitar por ocho años para ocupar cargos públicos, sin embargo. ambos procedimientos fueron aplazados por no estar bien integrados.
Una amonestación privada por parte de diputados locales a un exalcalde puede tener diferentes efectos, dependiendo de la situación particular y la naturaleza de la amonestación. Algunos posibles efectos son los siguientes:
Pérdida de prestigio: Una amonestación privada puede ser vista como una forma de reprobación por parte de los diputados locales hacia el exalcalde. Esto puede llevar a una pérdida de prestigio y reputación, especialmente si la amonestación se hace pública.
Efecto disuasorio: La amonestación puede servir como una advertencia para otros funcionarios públicos que puedan estar considerando tomar acciones similares a las del exalcalde. La amenaza de una amonestación privada puede disuadir a algunos funcionarios de tomar decisiones controvertidas o ilegales.
No tener efecto: Si la amonestación privada no tiene consecuencias legales o políticas reales, puede tener poco o ningún efecto en el exalcalde y su reputación. Es posible que el exalcalde no se sienta obligado a cambiar su comportamiento o a tomar medidas para evitar futuras amonestaciones.
En general, una amonestación privada por parte de diputados locales puede tener un efecto significativo en la reputación de un exalcalde y su relación con otros funcionarios públicos. Sin embargo, la efectividad de la amonestación dependerá en gran medida de la naturaleza de esta y de la respuesta del exalcalde.
Cuando se tiene poca o ninguna credibilidad, es como si en realidad nada se hubiese hecho, una amonestación que solo sirvió para cubrir el expediente, pero, como se sabe, quedan otros asuntos más delicados, de esa administración que se llevan también en el Congreso del Estado. Se espera no le den solución con una resolución ridícula.