Por: Mario Candia
The Batman
Uno de mis personajes favoritos de la literatura es Edmond Dantes de la novela de Alexandre Dumas, el Conde de Montecristo. Dantes era un trabajador naviero que sería ascendido a Capitán pero, fue víctima de una trama de celos y envidia, le inventaron que era espía de Napoleón y lo refundieron en una prisión, allí conoció a Faria, el abad que le enseña: filosofía, física, idiomas, química, matemáticas, historia y lenguaje. Al morir Faria le revela también el secreto de un tesoro en la isla de Montecristo. Dantes escapa de esa prisión, encuentra el tesoro y se convierte en el Conde de Montecristo y lo único que quiere es venganza. Tiene dinero, conocimiento, fuerza, juventud, pareciera que lo tiene todo, pero el solo piensa en recuperar a su amada Mercedes y en vengarse de quienes le jodieron la vida. Batman según sus creadores está inspirado en el Zorro, un aristócrata con antifaz que defiende a los desprotegidos del abuso del poder de las autoridades corruptas. Considero que existen más coincidencias entre el conde de Montecristo y Batman. Quizá la diferencia entre ambos es: su origen. Dantes no conoce los privilegios que otorga la aristocracia, pero si conoce los límites y la impunidad que otorga esa clase. Y para Batman no hay límites, el dinero lo puede todo. A Bruce Wayne le mataron a sus padres y ese es el motor de su venganza, él era un niño cuando eso pasó, así que de grande se inventa un personaje para hacer justicia por su propia mano. Lo que les anima a los dos personajes es lo mismo: la venganza.
Los primeros Batman alejaron al personaje de ese instinto de venganza o al menos lo intentaron. Pero Matt Revees en esta nueva versión nos presenta a un joven Pattinson con una insaciable sed de venganza. The Batman (Revees, 2022) es un filme noir que despoja al personaje de su halo de superhéroe y lo mete en una trama policiaca. Imposible no hablar de las referencias al cine de David Fincher, la atmósfera de Seven (Fincher, 1995), el detalle de la simbología de Zodiac (Fincher, 2007), el nivel patológico de los personajes al puro estilo de Fight Club (Fincher, 1999), el manejo de la oscuridad de The Game (Fincher, 1997). Hay un detalle por ejemplo; John Doe, el asesino serial en Seven interpretado por un genial Kevin Spacey, cuando es capturado y la policía entra a revisar su casa, encuentran un librero lleno de cuadernos escritos por el villano, una especie de diarios en los que describía su vida, sus planes y las razones por las que odiaba a la gente. El acertijo de Matt Revees tiene en su casa una serie de diarios, llenos de la misma manera que en Seven, sin márgenes, letra poco legible, sin espacios entre los textos, solo palabras.
Este es un Batman para la generación de Tik Tok. Resulta interesante, supongo que es intencional, las expresiones faciales de Robert Pattinson, pareciera asustado y a punto de una severa crisis de ansiedad. Sin duda vale la pena ir a verla, este Batman tiene una historia retorcida, oscura, y creo que en las nuevas entregas habrá un espiral de violencia, locura, traiciones y muchos chingadazos. Por cierto, el director coreano Park Chan-wook tiene una trilogía dedicada a la venganza, si se las encuentran véanlas son altamente recomendables, te vuelan la cabeza: Symphaty for Mr. Vengeance (2002), Oldboy (2003) y Lady Vengeance (2005).
