Tras el fallecimiento del papa Francisco a los 88 años, la Iglesia Católica se prepara para un nuevo cónclave. Entre los 252 cardenales con derecho a voto, destaca el mexicano Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, como uno de los posibles sucesores.
Originario de Mascota, Jalisco, Robles Ortega nació en 1949 y fue ordenado sacerdote en 1976. Con estudios en Roma y una larga trayectoria en el clero, ha sido obispo, arzobispo y cardenal desde 2007, además de liderar el Episcopado Mexicano en dos periodos.
Ha participado en sínodos relevantes y en consejos vaticanos sobre comunicación y evangelización. En 2013, fue elector en el cónclave que eligió al papa Francisco. Su perfil destaca por su firmeza doctrinal, compromiso social y visión pastoral cercana.
Para muchos, representa una figura capaz de combinar tradición y modernidad ante los retos actuales. Su liderazgo eclesial y su enfoque humano ante la realidad mexicana lo posicionan como una voz fuerte en el próximo cónclave.