A los 36 años, Carlos Vela ha puesto fin a su carrera como futbolista profesional. El delantero mexicano, reconocido por su talento natural y su estilo relajado dentro y fuera de la cancha, anunció su retiro a través de un mensaje en redes sociales, cerrando así una trayectoria singular, marcada tanto por logros importantes como por decisiones que desafiaron las expectativas tradicionales del fútbol mexicano.
Vela disputó su último partido oficial en octubre de 2024 con Los Ángeles FC, el club de la MLS donde fue ícono y figura desde su llegada en 2018. Con el equipo angelino, conquistó títulos y encontró una estabilidad personal que nunca priorizó en Europa, alejándose del constante foco mediático para disfrutar del baloncesto, su familia y una vida más tranquila.
Desde joven, el atacante originario de Cancún, Quintana Roo, dejó claro que su relación con el fútbol era atípica. “Prefiero mil veces ver un partido de básquet que uno de fútbol”, dijo en una entrevista en 2018. Esa honestidad lo llevó a rechazar convocatorias con la selección mexicana en distintos momentos, especialmente durante el Mundial de Brasil 2014, por no sentirse emocionalmente preparado.
Aun así, su impacto en el balompié es innegable. Vela fue clave en la histórica generación campeona del Mundial Sub-17 en 2005, donde brilló junto a Giovani dos Santos. Tras ese éxito, fue fichado por el Arsenal de Inglaterra, aunque su camino en Europa pasó por varios clubes, incluidos Salamanca, Osasuna, West Bromwich y, finalmente, la Real Sociedad, donde vivió su mejor etapa.
Durante siete temporadas con el equipo de San Sebastián, anotó 73 goles en todas las competiciones y se convirtió en uno de los referentes ofensivos de La Liga, formando una dupla inolvidable con Antoine Griezmann y portando con orgullo el gafete de capitán.
Ya en Estados Unidos, Vela dejó huella con LAFC, club con el que ganó múltiples títulos: una MLS Cup, dos Supporters’ Shield, dos Conference Cups y una US Open Cup, además de ser uno de los jugadores más influyentes de la liga.
Con la selección mexicana, además del campeonato mundial juvenil, levantó dos Copas Oro y una Copa Concacaf, siendo parte del equipo que venció a Alemania en el Mundial de Rusia 2018, donde también anotó su último gol con el Tricolor, ante Corea del Sur.
En su mensaje de despedida, Vela expresó: “No hay palabras suficientes para expresar el agradecimiento que tengo por mi familia, todos los clubes que me dieron la oportunidad y a la afición por su apoyo y cariño. Gracias.”
Carlos Vela se va como uno de los jugadores más talentosos que ha dado México, pero también como un futbolista que decidió vivir el deporte a su manera, fiel a su estilo y convicciones. Un genio incomprendido para algunos, pero auténtico hasta el final.